viernes, 12 de febrero de 2010

¡Malditos Políticos!


Un saludo a tod@s l@s compas que recibieron a Calderón con la fuerza de las palabras, que no matan, pero incomodan a los que no la tienen.

Ciudad Juárez, 12-02-10. ¿Cuánto vale la sinrazón de un presidente espurio? Más de17,000 asesinatos en tres años; ¿y cuánto vale su seguridad? Miles de policías, soldados y fuerzas del Estado mayor presidencial reprimiendo manifestaciones de civiles encabronados por la negligencia gubernamental, por la violencia de una guerra que no pidieron en Ciudad Juárez. Donde se presenta Calderón, hay calamidad.

Muy valiente se ve señor presidente espurio, rodeado de incompetentes igual de fascistas que usted (¿¡Chávez Chávez!?) de sus lambiscones incondicionales aplaudiendo cualquier barbaridad que diga o haga, mientras afuera de su refugio la gente clama ¡justicia! ¡justicia! Y la ciudad sigue en este mismo momento su ruta de sangre, extorsiones y robos a la par de la corrupción a todos los niveles de gobierno, como usted bien comprenderá, pues es fruto de un fraude electoral. ¿Se puede tener confianza en las “autoridades”? No.

Lamentable también es ver el triste espectáculo de una reunión con todas las “autoridades” (gobernadores, alcaldes, secretarios) sin imaginación ni propuestas, pero renuentes a dejar el discurso fácil, la demagogia que ya no funciona en una sociedad herida. Ahora sí, qué “honesto” decir “necesitamos la ayuda de la sociedad”, “unidos sociedad y gobierno”, ¡pamplinas! No se equivoquen, no tienen cara para ocultar su negligencia buscando el apoyo social; nosotros no los necesitamos, mientras ustedes sin nosotros son nada, nadie.

Los políticos no tienen palabra, ni vergüenza ni escrúpulos, por eso fingen no tener memoria y por eso no dejan el poder, porque son adictos al mismo. Ninguno de ellos contradice al “presidente”; nadie es capaz de decirle que cuando un gobierno conservador o persignado se instala en el autoritarismo, esa forma patriarcal de origen judeo-cristiano, se cometen injusticias en base a prejuicios religiosos. Un ejemplo: tercera década del siglo XX, Estados Unidos, Ley Seca, resultado: incremento de las bandas criminales, clandestinaje, inseguridad, corrupción; solución: fin de la prohibición. No se resuelve completamente el problema (el capitalismo no lo permite) pero se disminuye de manera considerable la actividad delincuencial.

Tres mil muertes en dos años, evitables, tuvieron que ocurrir antes para los tres niveles de gobierno intuir la relación entre la falta de oportunidades en la vida (alimentación, salud, educación, recreación, ocio) y la delincuencia, dándose, pareciera que por primera vez, la mea culpa por el abandono de la política pública en Juárez. Aún así las y los juarenses seguimos siendo para los ojos gubernamentales una sociedad podrida, sin remedio o enferma de vicio. Estamos estigmatizados por vivir en frontera con el país más vicioso del mundo, como por aquí pasa la droga y como la maquila nos hizo “más ricos”, pues ahora somos un mercado del narco, más o menos resumiendo lo dicho por Calderón.

La militarización de la vida cotidiana no es democracia. Enfrentar al pueblo con el pueblo es fraticidio. Querer encerrarnos no sólo en la ciudad, sino en nuestras casas equivale a un Estado fallido. Si no pueden, no estorben. La sociedad juarense puede gobernarse sola, de facto, así viene ocurriendo desde hace poco más de dos años o tal vez desde siempre, pues las historias de corrupción gubernamental se repiten generación tras generación, desde las guerras indias hasta nuestros días.

Se tiene que legalizar la droga, de la misma manera que se tiene que normalizar la libertad sexual, las parejas del mismo sexo, la diversidad familiar, la pluralidad de ideas; vivimos bajo mucha presión y represión por someternos a ideas arcaicas contrarias a la realización individual y social; así no se puede jugar a la democracia. No podemos cerrar los sentidos ante la nueva ciencia, el internet, los derechos humanos, la ecología, por que nos vamos a atrofiar todavía más como personas y en lo social a ser siempre un país en la retaguardia de todo, siempre llegando tarde, mal informados y equipados, como de hecho sucede cada vez que vemos el actuar político, fotografía fiel del camino por donde México transita y está donde está: siempre ofreciendo excusas y pretextos, pero pocas veces resultados.

Todavía tienen cuatro meses y medio para rectificar el rumbo, no los desperdicien.

Mientras tanto, nos vemos el sábado 13 de febrero a las diez de la mañana en el monumento a Juárez, por la memoria de todas las víctimas, por la dignidad y la libertad de Ciudad Juárez, ¡lleva tu tambor!


¡Juárez, Juárez, no es cuartel, fuera ejército de él!

¡NO SOLUCIONES, NO ELECCIONES!
Revolución MMX

jueves, 11 de febrero de 2010

Misericordia anticristiana




La misericordia es un tipo de amor del cual casi no se habla, muy característica de la gente de fe, principalmente aquella practicante de alguna religión. En el cristianismo la misericordia significa compasión: una bondad compartida, un deseo por ayudar al prójimo, al más necesitado(a) al más mísero(a) también significa perdonar los agravios de otros. Qué raro que casi no se promueva este amor en estos tiempos y en el mes del amor y la amistad, ¿?

La llegada del anticristo. Según la tradición cristiana (leer el Apocalipsis de La Biblia) El Anticristo es la antítesis de Jesús, apodado “El Cristo” (el iluminado) es sinónimo de maldad, enemigo de Dios (Satanás) portador de calamidades y un largo etcétera. A nivel popular se le representa como La Bestia, con el número 666, la cruz invertida, el pentagrama invertido y otro largo etcétera. En la historia de la humanidad a partir de la consolidación del cristianismo en Occidente, al anticristo se le encarna en personajes de probada maldad como Nerón, Drácula, Hitler o George W. Bush, por citar algunos ejemplos.

A partir del arribo del PAN a la presidencia de la república, el protagonismo de la jerarquía católica, pero sobre todo la defensa de sus “valores”, es una constante en aumento, al grado tal que a veces, muchas veces, nos es imposible distinguir entre la ideología laica de un partido de derecha y el discurso oficial de dicha religión. El problema más grave es esa pretendida síntesis forzosa del nuevo presidencialismo panista, el cual se caracteriza por hacer suyos esos “valores” llevándolos a extremos propagandísticos y llegando incluso a su imposición.

El debate sobre las nuevas sociedades de convivencia, entendidos como matrimonios gays; los contramovimientos conservadores para ilegalizar o penalizar el aborto, así como las protestas contra la llamada “píldora abortiva”, son ejemplos de cerrazón dogmática, como también lo son las minimizaciones de la carnicería humana que representa “la guerra contra el narco”, versión apócrifa de una representación cristiana: la justificación de la lucha del “bien” contra el “mal” donde el bien lo representa el gobierno y el mal la sociedad, a la que hay que corregir y castigar, de ahí la defensa irracional de una lucha perdida pero “heroica”, a pesar del derramamiento de sangre.

El ilegítimo presidente Felipe de Jesús Calderón, cuya esperada y non grata presencia en Ciudad Juárez, tuvo que esperar una eternidad, es un acto de soberbia y no de misericordia. Para empezar ¿para qué lo queremos aquí? Hay un slogan muy elocuente en Juárez que dice: te disculpas y te vas, inspirado en la famosa frase de Vicente Fox a Fidel Castro (comes y te vas). Para ese señor, como para los presidentes anteriores a él, Juárez no existe en su agenda. Existen eso sí, los impuestos con los que pagamos su sueldo, por ejemplo, pero no recibimos en cambio ni siquiera un trato digno como mexicanos(as). Hasta la fecha, los mismos medios de televisión, como Televisa, nos muestran como narcotraficantes y asesinos de mujeres en potencia.

La hipocresía panista, porque juegan a ser católicos pero demostrando ignorancia, intolerancia, fanatismo, crueldad e inmisericordia por el sufrimiento humano, es una negación de las enseñanzas cristianas. Peor aún, la combinación de la política con la religión da como resultado en este caso un regreso al pasado: dejar de ser ciudadanos para convertirnos en súbditos del poder político y esclavos del poder religioso. Esto significa aceptar lo que digan los pastores de la política y la iglesia, los mesías del futuro, los profetas de la salvación; en otras palabras: nacer, vivir y morir como borregos. Tal vez de ahí que nos maten como animales en Juárez.

Corren los tiempos electorales. De hecho, a partir de la precampaña como precandidato del PAN a finales de la década del noventa de Fox, vivimos en un permanente estado de campañas electorales en México. Pero conforme se acercan las fechas para “elegir” al nuevo gobernante o representante, los políticos se vuelven más melosos, amistosos y hasta amorosos. Corre dinero a montones, se aplican programas sociales salidos de la nada, se atienden las demandas más apremiantes, se escucha con atención las demandas de la sociedad, etcétera. Todo con un objetivo muy claro, captar tu voto para que las cosas sigan igual o peor y repetir todo el ciclo de nuevo, de tal manera que siempre haya necesidad de expresar tu necesidad y captar tu voto...

Como dicen mis paisanos ahora de la visita de Calderón a Juárez, ¿para qué tanta seguridad, retenes y revisiones por su visita?, ¿por qué no viene como cualquier ciudadano común si tan bien marchan los operativos contra el narco?

Calderón insiste que el ejército se queda en Juárez, contradiciendo lo dicho hace unas semanas que el ejército se iba en estos meses. Aquí es cuando uno empieza a sospechar si las masacres perpetradas por grupos paramilitares, sean del narco, del ejército o de la PFP (no se sabe) no son en realidad una conspiración para mantener el estado de excepción en la ciudad; ¿con qué propósito? Con el de seguir metiendo miedo a la población, de tal manera que nos quedemos desamparados pidiendo auxilio y olvidándonos del gran fracaso que son estos gobiernos corruptos de corte neoliberal, sean panistas, priistas o de cualquier otro partido. ¿Y así quieren celebrar elecciones?

¡NO SOLUCIONES, NO ELECCIONES!



Revolución MMX

martes, 9 de febrero de 2010

Amor y amistad política



Las élites están ansiosas por conservar el status quo permitiendo sólo transformaciones superficiales destinadas a evitar cualquier cambio real en su poder de decisión.

Paulo Freire, La naturaleza política de la educación.



¿Guerra contra el narco o guerra electoral? Bonito espectáculo está dando la clase política mexicana tomando como pretexto el sufrimiento de Ciudad Juárez. ¡De repente existimos!, de repente todos se rasgan las vestiduras por Juárez, haciendo declaraciones locuaces y mordiéndose la lengua a cada instante, pero nadie le puede regresar la tranquilidad ni la confianza a esta ciudad atormentada, los asesinatos no paran (cinco durante la visita de Gómez Mont).

¿Qué es la política? Política, dicen los que están dentro de ella, es el arte de comer caca y sonreír. Perspicaz frase que nos hace comprender al instante la expresión forzada de tantos políticos cuyas fotografías cuelgan de un poste o un espectacular, haciendo contaminación visual; también lo es de los juramentos televisados, de los hechos negados, de las cifras alegres o las declaraciones de esperanza de cualquier político hipócrita.

¿Y qué es democracia? Democracia es la desviación de la participación social (rex publica) reducida a una papeleta en una urna, y según la experiencia mexicana, de defraudar la decisión de las mayorías (sic, pensando en el abstencionismo) si es necesario. Tenemos entonces una clase política corrupta (de ahí el olor a caca) que no permite la vida democrática, mucho menos otras formas más avanzadas de organización y participación social.

El “acercamiento” del Estado a esta ciudad, es un burdo enamoramiento de los gobiernos hacia la sociedad, una respuesta demasiado tardía, desesperada y desesperanzante ante la ausencia de materia gris (cerebro) para justificar sus puestos políticos, pero sobre todo, es una respuesta de miedo, del gran temor a perder el control sobre la población y con ello, los privilegios: sueldazos, tranzas, guaruras, lambiscones, negocios$$$. Ciudad Juárez pone a prueba las declaraciones de cualquier político, pues aquí las contradicciones se miden en sangre y dolor, no en palabras. Por cierto, MUERTE es la palabra con la que tendrán que cargar en sus conciencias estas personas por el resto de sus días.

Ni Ciudad Juárez, ni el estado de Chihuahua ni México importan. Importa ganar electoralmente el mayor número de ciudades, estados y curules para llegar con mayores posibilidades de éxito a la elección “grande” del 2012. Mientras todo se mida en relación al número de votos válidos para mantener el stablishment, todo seguirá igual, ¿qué importa parecer una república de salvajes?, ¿qué importa que cada vez menos gente vote? ¡mejor!, así se cuentan menos votos y se calcula en base al voto duro partidista, prácticamente el único participante.

La amistad no existe. Existen los intereses, las conveniencias, los pactos, las alianzas, los peleles, el pragmatismo. ¿Qué nos puede decir un Ulises Ruiz en Oaxaca?, ¿un Jesús Ortega en el PRD?, ¿un Felipe Calderón en la presidencia?, ¿un Chapo Guzmán en Durango? Nada que no sepamos la ciudadanía: vicio y vacío de poder, nada más. Su “amor” al poder es tan grande, que se convierte en una patología casi del tamaño de su soberbia y avaricia, así de enorme. Por eso es tan difícil encontrar la humildad en los políticos(as) si ellos nunca se equivocan, ja.

Como no podemos a aspirar a que por voluntad, ética y dignidad los “gobernantes” renuncien, se retracten y mucho menos, enfrenten juicios populares, de las pocas cosas que como sociedad tenemos es la denuncia pública. Otra no menos efectiva, pero sí más dolorosa para aquéllos, es el abstencionismo y el voto nulo. Otra más, aunque no muy recomendable para nadie, pero inevitable si la cerrazón de la clase política es tenaz (y absurda) es la lucha armada. También está la resistencia pacífica ciudadana, la desaparición de poderes, el plebiscito y el referéndum; hay opciones, lo que no siempre hay es gente que tenga amor propio y diga ¡hasta aquí!

En estos momentos Gómez Mont, Baeza y Reyes andan de lisonjeros con los familiares de los estudiantes y civiles muertos en Villas de Salvárcar, a solas (para no politizar, sí claro) me pregunto qué les ofrecerán (¿o amenazarán?) para que cedan a exigir respuestas de una autoridad nula y acéfala, ¿cuánto puede valer la muerte de sus seres queridos?, ¿cuánto la necesidad de una familia pobre y sin empleo?

Miles de millones de pesos para reparar el “tejido social” de Ciudad Juárez, ¿sabrán de lo que hablan estos señores?, ¿darwinismo social?, ¿eugenesia?, ¿eutanasia? No, simplemente año electoral, lo que significa año de Hidalgo. Mientras no se retire el ejército, no se legalice la droga y no se combata la corrupción política (verdadera calamidad, por obvias razones) Juárez y México seguirán poniendo los muertos y los políticos sus caras de simios; el negocio sigue.

¡NO SOLUCIONES, NO ELECCIONES!



Revolución MMX

lunes, 8 de febrero de 2010

Jorge Reyes, etnomúsico

El 7 de febrero del 2009 dejó de existir en la Ciudad de México, Jorge Reyes (Uruapan, Michoacán 1952) extraordinario músico explorador de las raíces musicales prehispánicas y de los pueblos indígenas mexicanos contemporáneos, fusionándolas con elementos modernos como el rock y la electrónica.

El maestro dejó un largo legado de composiciones (26 discos)donde hace gala de múltiples instrumentos indígenas, transportando al oyente a atmósferas olvidadas o desconocidas incluso para los propios mexicanos(as). Sus conciertos fueron famosos por ofrecer espectáculos donde combinaba su música con danza y vestuarios de plumas exóticas, en una especie de ceremonia, de gran dramatismo escenográfico, muy apreciado en todo el mundo, donde tal vez obtuvo mayor reconocimiento que en su propio país. Se le recuerda en los ochenta con el grupo rockero Chac Mool (progresivo) y luego, en su posterior etapa etnomusical, trabajando con músicos de la talla de Antonio Zepeda (A la izquierda del colibrí) Suso Saiz y Steve Roach (Suspended Memories Forggoten Gods) y Chavela Vargas (Copaima).
Aquí una muestra del gran talento del maestro: