(compartido por Efraín Rodríguez)
El miércoles 25 de noviembre fue publicada en El Diario de Juárez de esta ciudad fronteriza la nota “Polemizan aquí por iniciativa de bodas gay en la Ciudad de México” (http://www.diario.com.mx/nota.php?notaid=b80f65a1ce0377daa6aebbeadf40ddb7) sobre la Iniciativa de Ley de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), que propone el reconocimiento del matrimonio ente personas del mismo sexo. Las declaraciones de Hesiquio Trevizo, vocero de la Diócesis Católica de Ciudad Juárez motivaron que fuera denunciado ante el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED).
El Sr. Trevizo afirmó, de acuerdo a la referida nota, que “es una iniciativa aberrante” y que la considera además una gran conspiración en contra de la vida. Que es pervertir el proyecto de Dios, no de la Iglesia, “es un proyecto de Dios nuestro señor que hizo al hombre, hombre y mujer”. Llamó a los asambleístas católicos a no apoyar esta iniciativa porque, desde su punto de vista, es antisocial.
Añadió: “por otra parte yo creo que la República tiene ahorita otras prioridades que andar casando personas del mismo sexo, y cosas de esas, como el problema social, la desigualdad, el desempleo, las injusticias, etcétera”
Trevizo refirió que incluso este tipo de uniones no son fecundas porque no pueden dar vida. Finalizó afirmando que “no podemos olvidar que la caída de las grandes civilizaciones como Babilonia, Roma, etcétera, han estado precedidas por estos gravísimos desórdenes sexuales”.
Por lo anterior, siendo las 12:00 horas del día miércoles 25 de noviembre de 2009, acudió el Sr. Eduardo Pinal ante la Lic. Rosa Angélica Grijalva, delegada del CONAPRED en Ciudad Juárez, para presentar queja formal en contra del vocero de la Diócesis Católica de esta ciudad para que se proceda conforme a derecho y apego a los términos de la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación.
La Red de Organizaciones y Personas por la Salud, la Educación y los Derechos Humanos de las Diversidades Sexoafectivas nos solidarizamos con la denuncia que se hizo contra uno de los personajes que más han promovido el odio homofóbico en esta frontera y queremos dar respuesta a sus aseveraciones:
1.- La iniciativa de la ALDF no atenta contra la vida; antes bien busca reconocer, como es obligación de todo Estado, una situación que beneficia a la sociedad en su conjunto. El reconocimiento de los derechos de todas las personas redunda en una mejor sociedad.
2.- No es una iniciativa aberrante pues no está “fuera del camino” de las aspiraciones democráticas de nuestro país.
3.- El argumento del “proyecto de Dios…” fue lo utilizado por personas pseudo religiosas en los Estados Unidos durante la Guerra Civil con la intención de perpetuar la esclavitud. Según ellos, “si la esclavitud no fuese parte del proyecto de Dios, no aparecería en el Antiguo Testamento”. El mismo argumento fue utilizado también en los Estados Unidos hace apenas unos cincuenta años para perpetuar las leyes que prohibían los matrimonios interraciales. Decían que si el Proyecto Divino contemplara los matrimonios entre personas de razas distintas, Dios no habría creado razas diferentes en continentes separados.
4.- Hacer llamados a los legisladores, desde su calidad de vocero diocesano, atenta contra la construcción de un Estado Laico en México.
5.- Es indudable que la República tiene prioridades que atender como la violencia, la desigualdad, el desempleo, la falta de justicia y muchas otras, pero no vemos que la promoción de prejuicios, la discriminación, la desigualdad y la injusticia en contra de un amplio sector de la sociedad mexicana pueda resolver los problemas sociales en México y sí, por el contrario, los agrava.
6.- Si la fecundidad fuera un objetivo fundamental del matrimonio, se tendría que negar el derecho a casarse a muchas parejas heterosexuales que no pueden, o no quieren, tener hijos. Hay que recordar que el celibato tampoco es fecundo biológicamente; sin embargo, el celibato puede ser fecundo en otras áreas de la vida humana, así como la unión de dos personas que se aman, y están incapacitadas para tener hijos, pueden ser fecundas de otras muchas maneras.
7.- Para el señor Trevizo las personas no heterosexuales son las responsables de la caída de los grandes imperios de la antigüedad. Cualquier persona con un nivel escolar de Preparatoria sabe bien que la caída de las civilizaciones se debe al agotamiento de su modelo económico y a la sobre explotación de su mano de obra. La conducta sexual nada ha tenido que ver con la decadencia de las civilizaciones.
Declaraciones como las vertidas por el vocero de la Diócesis Católica en Ciudad Juárez, Chihuahua perpetúan y promueven el prejuicio, la discriminación, la injusticia y las desigualdades sociales.
En no pocas ocasiones este tipo de discurso es inspiración para que se cometan robos, asaltos, torturas y asesinatos de odio por homofobia contra cualquier persona que, a los ojos de los delincuentes, no cumplan con una vida sexual al gusto de personajes poderosos y líderes poco cuidadosos en atender su responsabilidad social.
viernes, 27 de noviembre de 2009
martes, 24 de noviembre de 2009
lunes, 23 de noviembre de 2009
Suicidio colectivo
La sociedad se dio cuenta de que había abierto las puertas a personas que hoy amenazan sus propios hogares.
Fernando Gómez Mont, sobre la violencia en Ciudad Juárez
Esta vez un político ha dicho una gran verdad: es cierto, la sociedad tenemos la culpa de lo que nos pasa. La sociedad mexicana hemos abierto las puertas de par en par, como acostumbra nuestra hospitalidad, y le hemos dado cabida a la delincuencia de Estado. La buena voluntad, la esperanza y la confianza de la sociedad simplemente han sido violentadas una y otra vez por la incapacidad, corrupción e impunidad de las y los políticos en el poder.
Aun sin descontextualizar la frase, en referencia a la situación de Estado de excepción actual, en que vive el estado de Chihuahua y particularmente Ciudad Juárez (más de dos mil asesinatos en esta localidad tan sólo este año) se nota la política de criminalización de la actual administración federal hacia la sociedad, al achacarle la responsabilidad de una lucha contra el narco que nadie solicitó y que no debe dar lugar a dudas es generada desde el Estado; que no nos venga con tergiversaciones para desviarnos de la situación de anomia que impera en el país gracias a ellos.
Gracias a la ingenuidad ciudadana de pensar que los profesionales de la política nos van a resolver siempre nuestros problemas, es que nos enredamos en situaciones suicidas lamentables. Sí, droga siempre ha habido, pero, ¿quién dice que la mejor forma de solucionarlo es violentar las garantías individuales, la Constitución, militarizar las calles asegurando que toda la sociedad es sospechosa? Esto nos lleva a escenarios estúpidos como la fracasada época de la prohibición del alcohol en Estados Unidos, cuyos resultados se resumen en el aumento del consumo, de la delincuencia organizada, de la corrupción y del número de muertes violentas, ¿coincidencias?
El trasfondo. La guerra contra las drogas fue una carta que salió de la manga de Calderón para desviar la atención del fraude electoral de donde surge. Pero no sólo eso; ante el fracaso de la actual administración en los principales rubros de gobernanza (seguridad, economía, educación y sobre todo, credibilidad) la ceguera, el orgullo o la desesperación, aferran a los encargados de (ja, ja) “dirigir” al país a sostenerse sobre un modelo político-económico caduco e inviable (el neoliberalismo) a pesar de la tendencia mundial hacia otros modelos, sobre todo después de la reciente crisis económica mundial del 2007-2008.
Todavía hay más. No sólo no se resuelven problemas sociológicos crónicos (pobreza, delincuencia, desigualdad, etcétera) sino se dan pasos hacia la explotación y repartición de las riquezas del país (transnacionales, PEMEX,TLC) hacia la represión y criminalización de la protesta social (Oaxaca) hacia la pérdida de la soberanía (Plan Mérida) el fascismo (cédula de identificación) el miedo (influenza H1N1) la impunidad (Ulises Ruiz, Chapo Loera) contra la democracia (SME) y/o lo que diga Estados Unidos, además de gozar del respaldo de los medios masivos de comunicación (TV Azteca, Televisa) y otros valiosísimos aliados (Elba Esther, Deschamps, jerarquía católica).
Instituciones de prestigio y expertos describen al México contemporáneo de manera sombría: Transparencia Internacional nos ubica en los últimos lugares en transparencia o primeros en corrupción; el nobel Joseph Stiglitz señala un rumbo económico equivocado; la Corte Interamericana de Derechos Humanos está por hacer público su veredicto en contra del Estado por negligencia en los feminicidios de Juárez; José Narro, rector de la UNAM advierte sobre un estallido social. Si alguna vez aspirábamos a ser algo más que un país en vías de desarrollo o tercermundista, esa distancia se ha incrementado, no disminuido.
En Ciudad Juárez la desesperación hace que las cámaras empresariales se pronuncien por la presencia de los cascos azules de la ONU, ante la creciente ola de muerte, atracos, extorsiones y secuestros que hace dos años eran mínimos, donde los tres niveles de gobierno son incapaces de brindar soluciones, a pesar de ser en gran medida responsables de la actual situación(de hecho son parte del problema) una medida innecesaria en un mundo que tiende a la despenalización y legalización de las drogas para disminuir su impacto nocivo. El Estado mexicano no entiende la lección y, al igual que en el contexto económico, se encierra en sí mismo, dejando a la sociedad a su suerte (¿hace cuánto que no vivíamos un gobierno tan sanguinario e irresponsable?) haciendo una amplia y bien marcada distancia entre Estado y sociedad, ¿dónde quedó la democracia?
No creo que haya mexicanos(as) buenos(as) y malos(as) pero sí creo que las circunstancias nos hacen: la tendencia suicida de la sociedad mexicana está directamente relacionada con el prefijo des: desinformación, despolitización, desinterés, desapego, desesperanza, descrédito y así; nadie “pide” nacer en un lugar o cultura determinada, pero sin duda y por de fault, aprendemos lo que nuestro entorno nos brinda. Lo que se nos olvida con bastante frecuencia, tal vez más de la necesaria, es que también podemos y tenemos el derecho inalienable de cambiar las circunstancias que nos perjudican. La invitación tácita que hace Gómez Mont inconscientemente a la sociedad al decir lo que dijo, ¡está más viva y presente que nunca! Abramos los ojos, los oídos, ¡los sentidos! Y cerremos las puertas a esas personas que, como Gómez Mont y el grupo de interés que representa, nos hacen tanto daño a la mayoría.
Etiquetas:
México,
política,
Sociología
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