La Jornada: Grandes firmas financieras de EU pagarán bonificaciones récord a sus ejecutivos
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jueves, 22 de octubre de 2009
miércoles, 21 de octubre de 2009
Democracia cibernética, ¡No al 3%!
Como era de esperarse, la Cámara de Diputados aprobó un aumento a los impuestos (16% de IVA, 30% al ISR y 3% a telecomunicaciones, entre otros) con el beneplácito mayoritario del PRI y PAN. Probablemente la polémica no termine ahí, es de esperarse movilizaciones a nivel nacional, pues la inconformidad es enorme porque afecta sobre todo a lo que queda de las clases medias para abajo.
Como bien se sabe, los impuestos son necesarios porque con ellos se realizan y operan la infraestructura e instituciones necesarias para la funcionalidad y progreso de una nación a través del Estado. Sin embargo, y con demasiadas pruebas a favor, la pérdida de la credibilidad y la confianza en las instituciones estatales y actores políticos de este país, está más que demostrada por sus constantes tranzas, pactos, intereses personales y de grupo, actos de corrupción, nepotismo, cinismo, impunidad y demás.
De esta nueva ola de impuestos (qué mejor verbo de identificación de la clase política autoritaria de México: imponer) sobresale el de las telecomunicaciones por su impacto en el uso del internet. No se trata de poner al internet por encima de otras necesidades prioritarias, pues todavía es un lujo inaccesible para la mayoría de la sociedad mexicana, pero, dadas las potencialidades que ofrece esta nueva forma de comunicación tecnológica, su repercusión tendrá un retroceso lamentable para la construcción de una sociedad más libre e igualitaria.
El internet es más que un nuevo medio de comunicación, es una herramienta que ha venido a consolidarse rápidamente en la era de la globalización como un instrumento indispensable para informarse, educarse, entretenerse; es un fenómeno social mundial que permite la democratización de la noticia, la socialización de las ideas, la creatividad; es el primer gran acervo cultural mundial, para terminar pronto. El internet es ya una necesidad real si se piensa en términos mundiales, en el avance o estancamiento de una sociedad dada. En estos momentos se puede medir el desarrollo de una sociedad por la accesibilidad que tenga al internet.
No se trata de idealizar este sistema, es un instrumento con pros y contras, pero cuando se hace buen uso de él, posibilita la libertad de expresión, potencia la imaginación y la interacción a un bajísimo costo si consideramos el universo de cosas que se encuentran en la red. Nunca antes en la historia fue posible tener a disposición bibliotecas enteras, documentos, imágenes, videotecas, información, noticias al instante en tiempo real, empresas, colectivos e instituciones de todo tipo, comprar y vender, y hasta la posibilidad de hacer dinero y crear fama, además, claro está, de mantener y/o ampliar las redes de amistad.
Internet no desplaza a otros medios de comunicación, como la televisión, la radio, los periódicos y revistas o la telefonía, sino que los incorpora a su sistema haciéndolos más operativos, competitivos y modernos (¿o posmodernos?) haciéndose cada vez más indispensable para la persona que necesita estar al día, bien comunicada e incluso, para proyectarse o buscar trabajo. No se trata entonces de un servicio elitista, aunque en estos momentos lo sea, sino de la necesidad de una democratización de la vida tecnológica en este país.
Así entonces, además de las contradicciones propias de la clase política, la servidumbre del empresariado evidencia su falta de olfato sociológico, tal vez atrofiado por estar tan inmersos complaciendo a sus amos. El internet puede ser una forma de descolonización de las ideas retrógradas, de la información tergiversada de medios como Televisa o TV Azteca y en general de la enajenación fruto de la pobreza, la ignorancia y la cultura de la sumisión mexicana.
La crisis económica mundial neoliberal dejó mal parado al Estado mexicano que no acaba de entender que el modelo neoliberal no da para más. La crisis económica nacional tiene además como lastre, décadas de políticas públicas decadentes y ausencia de cobertura social en todos los ámbitos para la gran mayoría de mexicanos(as) que no pueden pagar servicios “de calidad” privados. El internet es un medio que no puede hacerse inaccesible a la sociedad mexicana; por el contrario, esa contradicción indica una síntesis hacia la apertura amplia de centros GRATUITOS de internet de manera que puedan cubrir por lo menos a las nuevas generaciones de mexicanos(as), más familiarizados con la computación e internet y no el camino hacia el ostracismo tecnológico.
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Comunicados SME
A todas las organizaciones sindicales, sociales y políticas,
A los estudiantes, intelectuales, artistas, campesinos e indígenas,
A los periodistas honestos y democráticos,
Al pueblo todo:
El jueves 15 de octubre pasado, en la capital del país y en diversas ciudades de nuestro país, se llevaron a cabo las primeras manifestaciones de rotundo rechazo al ilegal e inconstitucional Decreto de Extinción de Luz y Fuerza del Centro y de la ocupación policiaca y militar de nuestros centros de trabajo, mandatada por Felipe del Sagrado Corazón de Jesús Calderón Hinojosa, titular espurio del ejecutivo federal.
En particular, la realizada en la ciudad de México resulto ser una extraordinaria e impresionante Manifestación, no solo por la cantidad de asistentes sino además por la calidad de los contingentes. Constituida por trabajadores de diversos sindicatos, amas de casa, estudiantes, profesores, campesinos, indígenas, niños de la calle, intelectuales, artistas, jubilados, colonos, y desde luego, por los propios trabajadores afiliados del Sindicato Mexicano de Electricistas y sus familiares.
Acto ejemplar como pocos, disciplinado en su conducta política y animado por una profunda convicción solidaria, clasista y nacionalista. Dicho acto, demostró que los trabajadores y el pueblo están llegando al límite de su paciencia, que los tiempos de la política neoliberal y del gobierno Calderonista están cercanos a su fin.
La gota que derramo el vaso, fue la agresión en contra de la empresa pública, propiedad colectiva y social de todos los mexicanos: LyFC, y contra el Contrato Colectivo de Trabajo y el Sindicato Mexicano de Electricistas. La agresión de la Oligarquía y su estado contra nuestra Organización Sindical, tiene tras de sí, el propósito de culminar las “reformas estructurales”, la entrega de nuestros Recursos Naturales y el Patrimonio Nacional a las transnacionales. “Combate a la pobreza, modernización, transición democrática”, etc, solo son ejercicios verbales del grupo ultraderechista gobernante, carentes de contenido y vacios de racionalidad social.
Por todo ello, los 67 mil trescientos tres trabajadores afiliados al Sindicato Mexicano de Electricistas, conmovidos y con profunda emoción, agradecemos las muestras de solidaridad para con nuestra Organización y los conminamos a continuar alertas, movilizados y organizados, para encontrar entre todos, los mecanismos más eficaces para enfrentar y derrotar a nuestros enemigos de clase.
Porque sabemos que la unidad sindical y popular en un gran Frente Grande y de Todos, se encuentra cerca, tan cerca como apretemos el paso, los llamamos a redoblar esfuerzos para lograr esa unidad desde abajo; desde los centros de trabajo, de labranza, de estudio, de habitación, de investigación, de enseñanza. Esa unidad si la trabajamos y la logramos será, sin duda alguna, indestructible. Esa es, debe ser, una de nuestras metas inmediatas. Y porque sabemos que la solidaridad es la ternura entre los pueblos, preparemos unidos y organizados las nuevas jornadas históricas que habremos de llevar a cabo, para recuperar a nuestra Patria.
¡Viva la Unidad Obrera Campesina y Popular!
¡Viva la Clase Obrera!
¡Viva el Sindicato Mexicano de Electricistas!
Fraternalmente
“Por el Derecho y la Justicia del Trabajador”
México D.F. a 18 de octubre de 2009
COMITÉ CENTRAL Y COMISIONES AUTÓNOMAS
Fernando Amezcua Castillo, Secretario del Exterior.
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movimientos sociales,
neoliberalismo
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