martes, 25 de octubre de 2016

EZLN, elecciones, EEUU, ejecutados y...


EZLN, elecciones, EEUU, ejecutados y…
Carlos Murillo González

EZLN

El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) es un reconocido actor político chiapaneco con prestigio internacional y penetración social desde 1994 quienes a través del Consejo Nacional Indígena (CNI) han dado a conocer su propósito de participar en las elecciones presidenciales del 2018 con una candidata indígena.  

La polémica desatada por dicha aspiración de quienes reiteran su despropósito de obtener el poder político, particularmente en la “izquierda” partidista y más específicamente en Morena y su líder Andrés Manuel López Obrador, no ha pasado desapercibida por las redes sociales y los medios de comunicación, generando debates en pro y en contra de la noticia zapatista; desde respuestas entusiastas, hasta teorías conspirativas.

Si bien las y los zapatistas, las y los indígenas tienen derecho a entrar a la arena electoral y posicionar su agenda, pareciera una mala o ingenua decisión conociendo cómo funciona el sistema de partidos con todas las trabas simplemente para aceptar a un(a) candidato(a) independiente, no se diga para hacer fraudes y todo tipo de trampas para garantizar el resultado de una votación. ¿Qué pasaría si gana la candidata del CNI y no se le respeta el triunfo?, ¿el EZLN tomaría las calles o tomaría las armas?, ¿cómo van a financiar su campaña, con dinero público o propio? No es pues, una decisión sencilla.

Elecciones

En EEUU las presidenciales se efectúan en los primeros días de noviembre; en México, hasta el 2018 y en ambas hay mucha farsa. Las elecciones falsamente llamadas democráticas, en la mayoría de los países adolecen de legitimidad, pero siguen siendo la principal forma legal de garantizar el orden político aceptado mundialmente.

Uno de los síntomas de la pérdida de legitimidad es un marcado abstencionismo. Es decir, exceptuando los países donde se vota por obligación, en la mayoría de las democracias no se vota. El ejemplo más reciente es el referéndum por la paz en Colombia donde el “no” a la paz salió victorioso por medio punto en unas elecciones donde dos terceras partes de las y los colombianos no salieron a votar.  

Entonces las elecciones se han convertido en un instrumento ajeno a la gente; en un simulacro de buenos deseos e intereses por el bien común, la justicia, el progreso y otras tantas vanidades que prometen candidatos(as) mayormente representantes de poderes político-económicos. Obviamente el instrumento electoral es limitado para la mayoría, pero eficaz para las clases dominantes.

EEUU
                                 
Las elecciones en EEUU parece no tendrá ganadores. Si gana Donald Trump, ¿de veras el espectro político-militar-económico de la oligarquía gringa le dejará llevar a cabo sus planes del muro con México, la cercanía con Rusia o la cancelación de tratados como el TLCAN o con la OTAN? Si Gana Hillary Clinton, ¿seguirá la financiación al Estado Islámico, las guerras en Oriente Medio, el apoyo al fracking y otras industrias sucias?

Lo que tienen de interesante estas elecciones es conocer el nivel ignorante del electorado estadounidense (no sólo en el Tercer Mundo hay ignorancia) sus fobias xenofóbicas, misóginas, clasistas y racistas, el caudal de documentos filtrados por Wikileaks sobre Hillary, el marketing fascista de Trump y lo que fue el movimiento encabezado por Bernard Bernie Sanders, quienes se rehusan a votar por Clinton.

EEUU no está en su mejor momento: China y Rusia le disputan escenarios y liderazgos mundiales; su economía sigue inestable, dependiente de su industria bélica y un dólar sobrevaluado; con una violencia doméstica (nacional) que evidencia las diferencias étnicas contra  negros, indígenas e inmigrantes latinos. Hillary se perfila favorita para ganar (¿sin fraude?) a Trump, pero el abstencionismo podría traer sorpresas.

Ejecutados

Mientras estos sucede a nivel macro, nacional e internacional, en la tremenda Ciudad Juárez, la transición de gobiernos trae aumentos de asesinatos de nuevo. En realidad la violencia nunca se ha ido y los cantos victoriosos de quienes han maquillado cifras e impunidades (políticos, medios y empresarios) sólo ha sido para lavar la imagen de esta ciudad marcada por el narco y los feminicidios.   

Es terrible la inoperancia electoral ante un sistema (capitalista) que devora a sus hijos(as). Tanto a nivel estatal como a nivel municipal, el sistema de justicia y policiaco  está ligado a personas de dudosa calidad moral (González Nicolás, Peniche…) no se ponen de acuerdo, la ciudadanía está enojada y ofendida y, para colmo, se amenaza con traer de nuevo al ejército y a los federales para “combatir” el crimen.


Las y los ejecutados tienen nombre, aunque salgan en la última columna de la última página de policiacas en los principales diarios. Esto dice mucho de la calidad moral y libertad de estos medios, quienes han sido fieles a la censura gubernamental de Peña Nieto, muy dados a criminalizar detenidos antes de ser juzgados, o a encubrir a criminales de cuello blanco como el ex gobernador César Duarte. Las elecciones no han podido solucionar el problema de la violencia, el fraude y la corrupción, ¿vale la pena seguir intentando o cambiar de método?