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jueves, 16 de mayo de 2024

Elecciones 2024 y Guerra Fría

 

             Elecciones 2024 y Guerra Fría
¿Está Ciudad Juárez lista para la Tercera Guerra Mundial?


Carlos Murillo González

 


En México, como en la mayoría de los países del mundo, se celebran elecciones periódicas: en 2014, Vladimir Putin gana su quinto mandato en Rusia, asumiendo en mayo, mientras noviembre define la presidencia de Estados Unidos entre Joe Biden y Donald Trump; el 2 de julio se celebra la contienda presidencial en México, por citar sólo tres ejemplos electorales. La diferencia este año, son las circunstancias de guerra en Ucrania y Palestina más las posibilidades de una tercera guerra mundial de alcances nucleares si persisten éstas.  

 

Primera Guerra fría

 

Después de la Segunda Guerra Mundial, ya en la segunda mitad del siglo XX, con la construcción de armas con mayor capacidad de destrucción y alcance, sobre todo la bomba atómica, la amenaza de una tercera guerra mundial, por el posible enfrentamiento del “mundo libre” capitalista liderado por Estados Unidos y sus aliados contra el bloque socialista (particularmente la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas y China) hacen padecer en la sociedad una guerra psicológica ante la posibilidad de una inevitable confrontación nuclear entre estas potencias, denominada como Guerra Fría, un periodo que va desde la Guerra de Corea (1951-) hasta la caída del “Muro de Berlín” en 1989, cuando se aseguraba la aniquilación mutua de las partes involucradas junto con el resto de la humanidad si se llegase a dar. La disuasión por armas de destrucción masiva.   

 

Segunda Guerra Fría

 

En marzo del 2022 Rusia invade Ucrania en la denominada “Operación militar especial” que ahora lleva más de dos años, un conflicto donde se ven involucrados varios países de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) y, a partir del 7 de octubre del 2023, la guerra de Israel contra el pueblo palestino, donde se involucran actores regionales (Irán, Yemen, Líbano…) con actores foráneos (EEUU, Alemania, Inglaterra…)  más la situación geopolítica de Taiwan, donde aparecen China y EEUU como antagónicos. Son tres puntos candentes que han logrado como consecuencia, volver al discurso disuasivo del uso de armas nucleares. 

 

Avance del fascismo y la extrema derecha

 

Las elecciones en las llamadas democracias de los países libres (capitalistas) han llevado al poder a partidos y candidatos(as) de extrema derecha. Ejemplos hay muchos y significativos: el actual gobierno de Israel, una coalición de partidos de ultra derecha encabezados por Benjamín Netanyahu; Ucrania, donde desde el 2014 un movimiento social de extrema derecha se ha apoderado del gobierno, presidido ahora por el comediante Vladimir Zelinsky quien no ha convocado a elecciones. No hay que olvidar a Donald Trump en EEUU con su discurso de odio xenófobo y racista, quien puede regresar a la presidencia en 2024. Las democracias electorales legitiman partidos de extrema derecha: Milei en Argentina. El fascismo es el brazo armado de la derecha.

 

Qué candidato(a) promete protegerte en caso de una 3GM

 

México, parece ignorar este concierto mundial, pues el presidente ha sido tibio y poco comprometido con la causa palestina, mientras las candidatas y candidato presidencial simplemente se juegan sus cartas de la novela nacional en debates insulsos, insultos y promesas trilladas. Si no hay una política de autosuficiencia alimentaria, mucho menos hay algún plan para una emergencia atómica. Aunque en este sentido, parece que el mundo, los países, no están preparándose para una catástrofe nuclear, como no lo hacen tampoco para el cambio climático. Desconozco si existen zonas de refugio para estas posibles calamidades, como tampoco he visto simulacros en caso de un desastre nuclear. Solamente la gente rica parece estar preparándose para una situación extrema.     

 

Zona de guerra

 

Forth Bliss (Fuerte Bliss) es el segundo fuerte más grande de EEUU; se encuentra dentro del Condado de El Paso, Texas, a escasos diez kilómetros de la frontera en línea recta desde la X de Sebastián. Pegado a Forth Bliss está White Sands Missile Range, el espacio militar más grande de EEUU, utilizado para prácticas con misiles. Es pues, un punto estratégico importante en caso de una guerra de EEUU contra Rusia, China o Norcorea. Forth Bliss presume tener todo tipo de armas (aunque se desconoce si nucleares también) está al alcance de misiles intercontinentales; por lo tanto, resulta peligrosa para la ciudad de El Paso, como para Ciudad Juárez, si una guerra estallase.

 

Alianzas MX-USA-CAN

 

Muchos desconocen que México está alineado militarmente en el Comando Norte (NorthCom) de EEUU junto con Canadá, para proteger los intereses norteamericanos en caso de amenazas foráneas. Es decir, en caso de una guerra contra EEUU y/o Canadá, México está obligado a involucrarse en la defensa y seguridad de sus socios, de la misma manera que estaría siendo protegido en caso de invasión, contra misiles enemigos y ataques cibernéticos. En otras palabras, en caso de una amenaza en Norteamérica, estamos involucrados en automático.  

 

 

Ciudadanía desechable

 

Ciudad Juárez se encuentra en una situación vulnerable por su condición fronteriza y maquiladora con un insoportable nivel de violencia con altos índices de asesinatos diarios (homicidios y feminicidios) desde hace décadas, ahora se le debe sumar el peligro de un ataque nuclear. ¿Cómo le hacemos desde Juárez para no ser “daños colaterales” si sucede un ataque a Forth Bliss? La historia reciente muestra una ciudad no preparada para una situación de emergencia que requiera de suficientes camas de hospital y servicios médicos, hay poca infraestructura. Tanto El Paso como Juárez forman un escudo humano para Forth Bliss. Al menos en El paso hay simulacros (pruebas) en radio y televisión para casos de emergencia.

 

Sociedad consciente

 

Juárez se ha visto indolente ante el genocidio palestino o la invasión a Ucrania. Las convocatorias en apoyo a la causa palestina han sido más bien discretas, con poco impacto en la sociedad. Sin embargo, hay que tomar consciencia de la situación geopolítica actual y cómo nos afecta regionalmente, binacionalmente. Es necesario, urge una convocatoria al menos de análisis, para ver con mayor objetividad los verdaderos peligros de esta tercera guerra fría, es evidente el riesgo. Falta luchar por la paz.

 

No sería la primera vez que la región enfrenta peligros nucleares o invasión a terceros países: a finales del siglo XX se impidió la instalación de un cementerio nuclear en White Sands por parte de una coalición de activistas de ambos lados de la frontera. A principios del siglo XXI otra coalición se forma contra la invasión de EEUU en Irak, “Fronteras por la paz”, impulsada por estudiantes universitarios de Juárez y El Paso. ¿Y ahora?

 

 

jueves, 13 de mayo de 2021

Pandemia + elecciones = pandemia de elecciones

Vista aérea del suroriente de Ciudad Juárez

 

Pandemia + elecciones = pandemia de elecciones

Carlos Murillo González


Cada año la calidad de las elecciones baja en la misma razón de la calidad de las propuestas de los candidatos y de los partidos, convirtiendo las campañas en una parodia de la política. Sin escapatoria, el ciudadano(a) común, el eterno y pasivo espectador(a) de una contienda que le es ajena, se resigna a la apatía, la mofa y el rechazo a lo político, haciendo un círculo vicioso favorable a mantener el status quo del sistema.


La variable del coronavirus Covid-19 y su prolongado confinamiento de más de un año, ha hecho más dificultosa la vida cotidiana por su secuela de contagios, muertes y efectos económicos adversos. Bajo este contexto, en las entidades donde se celebran elecciones este 2021, el vigor por las campañas es distinto al de años anteriores. En el caso de Chihuahua, el único estado en semáforo naranja (los demás en verde y amarillo) según la calificación de riesgo de contagio por covid, el entusiasmo electoral luce por su ausencia. La oferta partidista es pronunciadamente igual que otros años: mismos discursos, mismas propuestas, mismas promesas. El potencial votante no ve diferencia entre partidos, mucho menos de ideologías, debido al cinismo del pragmatismo político, que igual revuelve oportunistas de todo tipo dejando ver su adicción por el poder y/o búsqueda de inmunidad para enfrentar la justicia.


¿Qué habría pasado si en 2018 en vez de que ganase Morena, hubiera sido la continuación del régimen neoliberal? Es muy probable que la gente estaría en las calles no celebrando elecciones, sino exigiendo la caída de sus gobernantes, un cambio en el sistema, como ocurrió en EEUU el año pasado y sucede en Colombia actualmente. Esto no quiere decir que el actual régimen esté haciendo todo bien o se haya deslindado del capitalismo, pero sí, que la gente que votó por esa opción (hoy, muchos arrepentidos, por cierto) esté contenta con ciertas políticas populistas (becas, aumento del salario mínimo…) ejercidas por el gobierno federal. Regresando a Chihuahua, aquí ocurre una situación general de descontento hacia el actual gobierno de derecha y neoliberal (privatizador) de Javier Corral, emanado del PAN, mediocre y autoritario a más no poder que, aunado al pragmatismo insensato, burlo, amoral de la oferta partidista electoral, hacen que esta sociedad abstencionista por tradición, se asqueé más de la cuenta para justificar su ausencia no sólo electoral, sino de la vida pública, sin saber el beneficio  brindado sin querer a las élites políticas y económicas. A los partidos no les interesa más votantes, sino ganar más elecciones.


Para el caso de Juárez, una ciudad abandonada a su suerte desde hace muchos años, el desencanto con lo político-electoral se acentúa con la verdaderamente baja calidad de la oferta partidista, reciclada y anclada en el pasado; frívola y mezquina; sin imaginación ni propuestas serias para la ciudad de 1.5 millones de personas, la más grande del estado y económicamente, la más importante, pero, políticamente marginada: lejos de la toma de decisiones, fuera de las agendas y presupuestos gubernamentales, con un abstencionismo que ha llegado a veces hasta el 80% traducible también en bajo interés por los asuntos ciudadanos, es una suerte de puerto pirata mezclada con su pasado ligado al Old West gringo; una tierra sin ley, anómica, desterrada al olvido y explotada (victimizada) por la maquila, el narco y los Estados Unidos. Desde el 2007, la ciudad ha figurado varios años como la más peligrosa del mundo y en repetidas ocasiones, dentro de las más violentas, como sucedió en 2019 y 2020, donde aparecemos en el top cinco mundial.


Si el feminicidio, las ejecuciones del narco y las extra judiciales de la policía, no son parte de las propuestas ni promesas de campaña, en cuanto a soluciones, menos lo son el rescate de la vivienda abandonada, el ecocidio o la sequía. El Estado policiaco a través de la policía militarizada, sin duda, no ha traído tranquilidad a la sociedad juarense, pero sí a los intereses de la burguesía local-binacional; no hay distinción en el discurso electoral derecha-izquierda: combatir la corrupción, más vigilancia policiaca, más y mejores trabajos…nada ha cambiado en la forma de hacer campañas, salvo la eventualidad del Covid-19. Sin duda hay una permanente derechización de la política, pues en la práctica, continúa la guerra contra las y los jóvenes, contra las y los pobres, la privatización de los bienes públicos, la democratización de la deuda pública (endeudamiento del Estado) toda una estructura (y súper estructura) construida para favorecer a las élites en detrimento de la sociedad, basada en la figura del héroe, mesías, caudillo o líder que vendrá a salvar al pueblo sufrido de la corrupción y la maldad. El resultado es una sociedad infantilizada, incapaz de pensar por sí misma, fácil presa de la manipulación mediática, religiosa, o incluso, amenazada por la patronal si intenta autodeterminarse así misma.


La criminalización de la sociedad es una tendencia tanto de gobiernos emanados de la derecha, como de aquellos surgidos de la izquierda. En el primer caso, lo estamos sufriendo en Chihuahua desde los primeros gobiernos del PAN en la década del ochenta del siglo pasado (Francisco Barrio como presidente municipal de Juárez y luego como gobernador; luego los gobiernos del PRI en alternancia con Patricio Martínez, Reyes Baeza y César Duarte y, a nivel nacional, también en la alternancia PRI-PAN con Salinas, Fox, Calderón y Peña Nieto) en una constante violencia e inseguridad pública coincidente con la creación de entidades policiales (por ejemplo, la Policía Federal de Fox) y políticas como la “guerra contra el narco” calderonista, con injerencia, claro está, del imperialismo de Estados Unidos (Iniciativa Mérida) que no han traído otra cosa más que desapariciones forzadas por decenas de miles, juvenicidio, feminicidio y una constante de asesinatos a ecologistas, derecho humanistas y periodistas. La actual 4T (Cuarta Transformación) de López Obrador con su Guardia Nacional, si bien no ha sido tan atroz como sus antecesoras, sí se han visto muy mal ante la opinión pública con su trato al Cártel de Sinaloa, el mal manejo del conflicto del agua en Chihuahua y, sin duda, serviles hacia los EEUU en su política anti inmigrante con las y los hermanos latinoamericanos y en su paso por este país hacia el imperio. El respeto a los derechos humanos sigue estando ausente.


¿Por qué no ha habido una protesta ciudadana amplia e incluyente ante el manejo gubernamental de la pandemia de Covid-19? Tal vez por que, estando la sociedad tan acostumbrada a la barbarie de la violencia cotidiana (incluida la económica) se ha acostumbrado también a la supervivencia y se ha vuelto más temerosa y egoísta, justo lo que quieren los grupos de poder económico-políticos. Por eso para la mayoría de las y los chihuahuenses, particularmente las y los residentes de Juárez, las elecciones no son opción, sino continuación del régimen. Pero si las “elecciones” y los partidos no son la respuesta, ¿qué sí lo es?

    


 


 





sábado, 18 de enero de 2020

Juan Pablo II: el boulevard de la muerte



Juan Pablo II: el boulevard de la muerte
Carlos Murillo González


Una de las formas de ver más evidentemente la corrupción gubernamental es en la infraestructura urbana; los charcos, los baches y la falta de alumbrado son sólo una muestra de cómo se roba el dinero público empleándose mal. En este rubro corrupto se ubica el Boulevard Juan Pablo II (BJPII) también conocido por su nombre anterior “Boulevard Cuatro Siglos”, un verdadero boulevard de la muerte.

El BJPII tiene alrededor de 20 años de vida y se fue alargando hasta unirse con el Boulevard Independencia hacia el oriente y con la avenida Rafael Pérez Serna hacia el poniente. Es una versión de freeway fronterizo: una vía rápida corriendo paralela a lo largo del Río Bravo. En esta vía suceden constantemente accidentes automovilísticos, atropellos, choques, muchas veces mortales. Particularmente de la intersección que va del Boulevard Francisco Villarreal a Boulevard Independencia (un tramo de unos siete kilómetros) es donde se localizan los accidentes más letales.

Este segmento del BJPII es más angosto; pasa de tres a dos carriles; no hay un muro protector que separe el flujo vehicular en sus dos direcciones; no tiene acotamientos y para colmo, está franqueado por el bordo del Río Bravo hacia el norte y por un canal de irrigación hacia el sur, convirtiéndose en una especie de trampa mortal. Se trata de un tramo sin calles intermedias (salvo la salida a la calle Ramón Rayón) convertida en pista de carreras que a raíz de tanto accidente, se ha optado por ir disminuyendo la velocidad permitida hasta llegar a los 50 km/h, velocidad que, por cierto, nadie respeta y todos rebasan, pues fue creada como una vía rápida para evitar el tráfico vehicular y, sobre todo, facilitar el cruce hacia El Paso, Texas y viceversa, del transporte de carga de la industria maquiladora.

Si de por sí las ciudades sacrifican al peatón y al ciclista a favor del automóvil cuando se piensa en construir vialidades, si se trata de una urbe maquiladora como Ciudad Juárez, la lógica responde a satisfacer las necesidades del principal generador de empleo de la ciudad, incluso en contra de los intereses de los autos particulares y los residentes locales. Todo sea en función de mantener contentos a la maquila, no vaya a ser que se vayan. El BJPII fue construido bajo esa lógica, pero mal y el ejemplo vergonzoso de ello es ese tramo de 7 km.

La vida laboral juarense es acelerada, marcada por la pauta de la maquila. Desde las 4 de la mañana el día inicia con el rugir de los camiones maquileros, el famoso “transporte de personal” contratado por la industria para asegurarse de que sus trabajadores(as) lleguen a tiempo. Por cierto, los choferes de dicho transporte son protagonistas frecuentes de la nota roja tanto por su forma de conducir, como por verse involucrados en delitos de todo tipo, incluidos la violación y el asesinato. La forma de conducir en general del juarense, es descuidada, agresiva, sin respeto al orden y al derecho de tránsito. Los periódicos diariamente publican noticias de accidentes viales, como si fuese una competencia con la cuota diaria de asesinatos que vivimos desde hace doce años. 

Si bien la problemática de la construcción irresponsable y corrupta de vialidades y caminos no es exclusiva de Juárez (recordemos al infame Gerardo Ruiz Esparza, secretario de Comunicaciones y Transporte en el sexenio de Peña Nieto, quien debe vidas por sus obras autorizadas mal construidas en varias partes del país) el problema es que el BJPII seguirá abierto por que no le interesa a las autoridades reparar en él; es decir, seguirán pasando accidentes por que no se puede detener el flujo vehicular maquilador y, mientras no sea alguien “importante” quien muera en un percance por esa vía, no se va a hacer nada.

Por el lado de la ciudadanía, es tan grande nuestra apatía y deshumanización, que no nos conmueve una muerte inocente más, pues estamos dopados por tanto asesinato y feminicidio, por tanta violencia de todo tipo. El conductor(a) promedio juarense juega carreras diariamente contra el reloj laboral disciplinario, de manera egoísta y en perjuicio de otros conductores y usuarios de las vías. No todos los carros juarenses son recientes ni están en buenas condiciones; todos los días hay al menos algún carro descompuesto, así sea por ponchadura de llanta, en algún punto del BJPII, con los inconvenientes y peligros que conlleva. Como además desde el verano del 2019 se están haciendo pasos elevados (puentes) para agilizar esa vía, las largas filas y la desesperación por llegar a casa o trabajo provocan en las y los guiadores, reacciones suicidas con consecuencias funestas.

El reto del BJPII es cómo convertir ese elefante blanco en una obra verdaderamente funcional y segura. No es falta de inteligencia o de profesionales para hacer las cosas bien; se trata de una cuestión de principios, de escoger entre el dios dinero de la necropolítica o la vida y seguridad de las y los beneficiarios: la ciudadanía; pero sí esta se niega a interesarse en sí misma por sí misma, entonces, ¿qué hacer?
 

domingo, 25 de agosto de 2019

Cielo Vista, Feminista, Ambientalista (I)


Cielo Vista, Feminista, Ambientalista (I)
Carlos Murillo González

Foto tomada de The National (thenational.ae)

Cielo Vista

El 3 de agosto del 2019 vino a marcar a la ciudad de El Paso, Texas con la peor tragedia de su historia. 22 personas fueron asesinadas por un supremacista blanco texano, quien viajó desde Dallas para matar al “mayor número de mexicanos posible”. En la escena murieron efectivamente, nueve mexicanos(as) personas quienes, como otros miles de connacionales, cruzaban cada fin de semana la frontera para visitar familiares o hacer compras en tiendas como Wal-mart, sede del atentado terrorista, desde la vecina Ciudad Juárez.

La prensa de EEUU ha minimizado el hecho como un asunto de internal terrorism, “terrorismo doméstico” le llaman. Bajo esta lógica han invisibilizado un asunto de interés binacional banalizado las muertes de nuestros paisanos(as) el aumento de la ideología del supremacismo imperialista y una historia de violencia fronteriza predominantemente de norte a sur y tan antigua como la guerra de intervención que hizo ese país al nuestro en 1846-1848. La respuesta del gobierno mexicano, un tanto tibia, pero al menos inmediata, vino un poco a equilibrar las dimensiones del evento, pero le ha faltado valor para ir más allá. Mejor países tan lejanos como Uruguay, en Sudamérica, han alertado a sus ciudadanos de los peligros de viajar a EEUU, justamente del tipo de alertas que lanza el vecino país advirtiendo a sus connacionales a evitar visitar ciertas regiones o ciudades de México.

No es un asunto menor que la matanza haya sido en El Paso. La región es predominantemente de origen mexicano. La zona urbana fronteriza se compone de Ciudad Juárez, con su 1.3 millones de habitantes y El Paso, con sus 600,000 habitantes y un 60 a 80% de población latina, 90% mexicanos. Una de las ciudades más violentas del mundo junto a una de las ciudades más pacíficas de EEUU. Por la frontera pasa todo y no pasa nada. La dinámica fronteriza es desde siempre de cruce de mercancías, de personas, legal e ilegalmente. De dos culturas distintas y distantes (por la política estadounidense) las ciudades fronterizas como Juárez-El Paso sintetizan ambas en una dialéctica local que influye en ambos lados, además o más allá de los lazos consanguíneos.

La masacre del 3 de agosto en el Walmart de Cielo Vista, ese paso obligado de todo mexa que visita El Paso (una de las sucursales de la cadena con mayores ventas en el país) al menos una vez ha comprado algo ahí. Es como si el atentado hubiera sido en Juárez; es como si te hubiera tocado a ti, aunque no hayas estado ahí; es escuchar el pensamiento de más de uno: “yo compro ahí”, “yo iba a ir hoy…”, por eso la masacre tiene un impacto inmediato en Juárez; ese mismo día se organiza una vigilia pública por la noche. Hay consternación, muchos(as) juarenses tenemos familiares y amistades en El Paso. Cosa curiosa, en estos últimos 11 años de violencia extrema de “guerra” contra el narco, no se recuerda alguna manifestación o mitin solidario de paseños(as) por la circunstancia juarense. Tal vez por lo trágico de nuestra historia reciente, la cual no estamos superando, por eso comprendemos lo que están pasando y sintiendo nuestros vecinos(as) del norte.   

¿Qué habría pasado si las 22 víctimas fueran gente blanca y de ojos azules, que fuese en un centro comercial de Ciudad Juárez y que fuese ejecutado por un extremista mexicano que odia a los gringos? Seguro tendríamos una respuesta virulenta de Washington, así como de la sociedad estadounidense en general; tendríamos un mayor intervencionismo en México y, muy probablemente aumentaría el sentimiento antimexicano en el país vecino. Pero eso sólo lo haría un Pancho Villa que buscase desestabilizar al país generando un conflicto internacional. Un escenario así, aunque posible, es poco probable. Por el contrario, el escenario del Walmart de Cielo Vista supone un hecho condenable más hacia una minoría étnica que pronto entrará al olvido en espera de la siguiente masacre. El indulgente sistema de justicia de EEUU hacia sus terroristas blancos no supondría una amenaza, sino una invitación para futuros terroristas, sino para todas aquellas personas vulnerables por estar fuera de esos estándares étnicos que temen al mestizaje por que creen que van a desaparecer de la faz de la Tierra.

El peligro real que viene es el de la militarización del Estado policiaco, es decir, el aumento de la presencia militar y la militarización de la policía, el espionaje a la sociedad y otras tantas formas de vigilancia que ofrecen las democracias artríticas como la de EEUU y las semi colonias, semi democráticas como México. La militarización ya está, pero el objetivo varía. La Guardia Nacional desplegada en el borde del Río Bravo es para evitar el tránsito migratorio hacia el gringo, no para evitar que algún loco de la migra, de las milicias o entusiasta seguidor de Donald Trump se le ocurra dispar, como ya ocurrido, sus armas de fuego contra nosotros y en nuestro territorio.

Va a cambiar la dinámica de vida cotidiana en esta región fronteriza. El temor y el miedo ya está instalado, por lo pronto, en ambos lados de la frontera. Otros peligros acechan la región, como la apertura de la mina en Samalayuca y el feminicidio que no cesa, ambas producto del patriarcado capitalista. En las siguientes entregas se analiza la necropolitica del poder detrás de estos eventos.