jueves, 16 de agosto de 2012

Universidad Autónoma del PRI de Juárez






Como era de esperarse, sin guardar las apariencias lo más mínimo, el nepotismo se instala en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) a través del nuevo rector por unanimidad (un aplauso por favor) Ricardo Duarte, cuyo mayor mérito por supuesto, es ser el hermano del actual gobernador, ¿hacía falta algo más?

La mafia del PRI cada vez es más descarada, cínica y soberbia. No quieren dejar nada fuera de su alcance: medios de comunicación, sindicatos, colonias, campo, pueblos y, por supuesto, universidades. No es que se trate de algo nuevo, sino de la continuación de la mediocridad, el abuso y la corrupción tan característico de tan desprestigiada organización política.

La UACJ se ha caracterizado desde sus inicios por ser un instrumento del PRI, casi todos sus rectores (por que no ha habido rectoras) son de ese partido y egresados de la Universidad Autónoma de Chihuahua, como si fuera una colonia de estos organismos. De entrada, eso de “autonomía” queda en entredicho. La UACJ todavía espera y aspira a ser una universidad independiente, autónoma, democrática y en manos de sus propios egresados.

En cuanto a las y los consejeros universitarios que eligieron en nombre de los 25 mil alumnos(as) y otros cuantos miles de maestros(as) y trabajadores(as) simplemente actuaron con la despolitización social característica de este país y ciudad, por las buenas (ignorancia, apatía) o por las malas (manipulados, comprados o amenazados). La realidad de la UACJ es y será la continuación de las políticas neoliberales en contra de maestros y alumnos, una universidad mayoritariamente de borregos sumisos que no dan lata, como debe ser.

Esta triste realidad casi trágica, no es exclusiva de las y los universitarios. Las y los profesionistas egresados de esta institución a final de cuentas se incorporan como tales a la sociedad, con su buena o mal formación, sin compromiso social, a proseguir su destino de manera egoísta. La UACJ lejos de ser una universidad de primer nivel, como siempre nos quieren hacer creer sus autoridades, sigue evidenciando lo mismo que aqueja a muchos de sus egresados(as): falta de compromiso con las/los universitarios, con la sociedad; nepotismo, grupos de poder, malas prácticas laborales…todo un palacio de marfil que sirve como trampolín a sus rectores.

A favor de la UACJ se debe decir que no es la única universidad priista (hay otras peores) que dentro de la comunidad universitaria sí existen voces disidentes y personas éticas, aunque son la minoría y que, así sea modestamente, sin esas personas éticas no habría prestigio universitario. De hecho, la rectoría usurpa funciones que le corresponden a los consejos Universitario y Técnico: toma decisiones en su nombre, lo cual le quita autonomía y democracia a los que se supone son los órganos máximos de la universidad, no el rector.   

¿Qué esperar del nuevo rector/viejo sistema? Nada nuevo, más bien mayores cuotas a las y los alumnos, cero apoyo a las universitarias desaparecidas y sus familias, abusos y explotación a los maestros(as) de horas sueltas, derroche de recursos sin rendir cuentas, etcétera; ¿qué de bueno puede venir de un priista? Para la sociedad nada, para los priistas y sus huestes, pues para empezar, trabajo, transas, apoyo y sumisión al gobierno municipal del Teto Murguía y del gobernador…si Dios existe, de seguro es priista.

Todavía el día de ayer el flamante y viejo rector Duarte tuvo la oportunidad de congraciarse con las y los estudiantes que organizaron a través del movimiento #Yosoy132, un debate al que sólo acudió el doctor Nolberto Acosta, los otros dos paleros (perdón, candidatos) tampoco asistieron. Debe ser muy fuerte la línea política que trae dicho personaje para en su discurso decir que se “preocupa” por la comunidad universitaria y en la práctica se comporte como un déspota. Cuidado disidentes.

El microcosmos de la UACJ se parece mucho al macrocosmos de México: un espacio cooptado por déspotas, que no rinden cuentas a nadie; que trabajan de espaldas a la sociedad; un lugar donde se adora la mediocridad, se recompensa la arbitrariedad y la fidelidad (al rector, claro) y se hace uso de los recursos discrecionalmente. Además el codiciado puesto de rector tiene un envidiable sueldo vitalicio de varias decenas de miles de pesos, del que muy bien nos pueden platicar TODOS los ex rectores. ¿Será por eso que la UACJ tiene problemas económicos y recurre a aumentar las cuotas a estudiantes?

Como estudiante y en un tiempo “maestro por honorarios” de la UACJ, me avergüenza que la universidad de pasos hacia atrás. Pero por otro lado y en honor a las y los buenos maestros(as) y compañeros(as) que tuve (estudiantes y trabajadores) lo menos que puedo hacer para salvar mi honor y el suyo, es advertir a la sociedad que no todos los y las egresados, maestros(as) y trabajadores(es) de la UACJ somos priistas, corruptos ni mediocres. Con pena ajena, le ofrezco una disculpa a la sociedad juarense principalmente, por las aberrantes acciones que hace la universidad y las consecuencias de sus actos.

Mil disculpas.