viernes, 15 de enero de 2010

ELECCIONES CHIHUAHUA 2010





Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba ahí.

Augusto Monterroso

Por más que la ciudadanía quiera quedarse al margen de las campañas electorales, cada vez son éstas más frecuentes y de mayor duración, a pesar de la vigilancia de los órganos encargados, pues partidos y políticos siempre encuentran la manera de ocupar (o pagar) espacios en los medios, ya sea descarada o disfrazadamente. La clase política no puede entender que vivimos en otros tiempos porque sus perfiles no corresponden a las circunstancias del momento.

Para empezar no existen condiciones para llevar a cabo elecciones, pues estamos viviendo un Estado de excepción; los miles de asesinatos no mienten. Querer realizar votaciones bajo esas circunstancias es una locura, un acto de inmadurez e irresponsabilidad política, de falta de sensibilidad hacia la ciudadanía. La realidad violenta del estado exige algo más que votar; se vive en Chihuahua a un alto costo: la idea de vida cara supera con creces la cuestión económica para situarse en el cénit de una vorágine de crisis económica, de inseguridad y salud pública, pues la cotidianidad de la sociedad está trastocada irremediablemente por estos rubros. ¡Qué caro nos cuesta vivir en Chihuahua en estos momentos!

El perfil neoliberal-empresarial de los posibles sucesores del actual gobernador, que seguramente emanará del PRI o el PAN, indican implícitamente también un perfil religioso-conservador muy peligroso para la sociedad chihuahuense, si de lo que se trata es de darle fin a la violencia, porque son personas que en todo momento han apoyado el actual Operativo Conjunto, lo cual de entrada anuncia su continuación. No sólo eso, son personas afines o proclives al pensamiento de derecha, capaces de condenar al aborto y enmudecer ante la violación de los derechos ciudadanos, pero incapaces de criticar el intervencionismo político de la iglesia católica ni mucho menos de reconocer su adicción al poder, por ejemplo.

Para el político profesional la gente no existe. Existen los votos, la televisión, la imagen, los medios en general; son personas capaces de hacer lo que sea con tal de acceder al poder, pero una vez instalados pueden ser tan déspotas como cualquier rey o cacique. La idea del “hombre fuerte”, “el líder”, es una idea de otra época, relacionada en lo religioso con “el salvador” y en lo político con los estados guerreros. Ni aún el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, considerado en el 2009 por la revista Forbes como “el hombre más poderoso del mundo”, puede presumir que lo es, pues detrás de él, se encuentran grupos de interés (élites) y sus decisiones están influidas, empujadas o limitadas por lo mismo.

La democracia reducida a lo electoral es una democracia de derecha, porque es la única que reconoce el sistema capitalista neoliberal, dada la facilidad de ese método para definir ganadores en un círculo más o menos reducido de influencia. Su cometido es simplemente dar la impresión de orden civilizatorio brindando continuidad y legitimidad al sistema por medio de la sucesión periódica. Por eso los partidos inhiben las candidaturas ciudadanas o la democracia participativa: entre menos ¡mejor!

La democracia de derecha, en este sentido es una ademocracia (negación de la democracia) porque simula ser sin ir más allá del orden; la idea de progreso se mide en relación al número de negocios y empleos como sinónimo de “calidad de vida” y no en cuanto a la capacidad de poder hacer copartícipes a la sociedad en una relación más activa y benéfica, manteniendo una dualidad ambigua de tutelaje-vasallaje, poco satisfactoria en cuanto a la cobertura de políticas públicas, sociales y culturales, como se puede notar en la ausencia, descuido y/o desmantelamiento de escuelas, hospitales, centros de rehabilitación, parques y artes, con tendencia a la privatización: todo es negocio, pero las ganancias no van a la sociedad.

Las elecciones del 2010 en Chihuahua son desde ahora una farsa, un requisito para decir que “somos democráticos” sin el mínimo deseo de llegar a serlo por parte de la clase política y empresarial. No hace falta hacer fraude: el fraude está hecho desde hace décadas en el engaño mismo de las promesas de campaña; en el futuro prometedor e inalcanzable que nunca llegará; en voltear la mirada donde no alcance a verse la muerte y destrucción de la “guerra contra las drogas”; en la hipocresía de los discursos y slogans políticos.

El desaliento político a que mueven las campañas, la realidad hostil, el presente y futuro incierto, la religiosidad traicionada, el desahució de las instituciones públicas a la sociedad necesitada, todo apunta hacia el gran fracaso electoral; a la ridiculez más pronunciada en cada nueva elección con menos votantes. A final de cuentas el ejercicio del voto en Chihuahua es el negocio de unos cuantos, los menos, los vendidos o comprados, los egoístamente interesados. Por lo anterior:

¡No soluciones, no elecciones!

martes, 12 de enero de 2010

Consumidores exige política fiscal y de precios integral a favor de los ciudadanos, no de los monopolios



Enero 11, 2010

Frente a la escalada de precios y la perdida de capacidad adquisitiva del salario, Consumidores exige al gobierno una política fiscal y de precios que sea integral y subsidie únicamente a los que lo necesitan, e imponga impuestos proporcionales a los que tienen mayores ingresos.

Condenamos que la autoridad permita por el aumento en las gasolinas del 2% la especulación de productores y comerciantes para incrementar precios en 10, 20 y 30% que afectan directamente a los consumidores.

En el caso de las gasolinas, los subsidios deben redirigirse a los usuarios del transporte público y dejar de estar subsidiando a los automovilistas que representan a menos del 20% de la población. Se estima que el 67.6% del subsidio a las gasolinas va a los deciles más altos (VIII, IX y X).

Una visión integral permitiría hacer llegar de manera más efectiva el subsidio a quien lo requiere y paliar el colapso vial generado por el creciente parque vehicular, reducir consumo de combustibles y emisiones, así como contribuir a las políticas de combate al cambio climático.

En relación al aumento generalizado de los precios en varios productos, éste responde más a una especulación descontrolada que al impacto directo del precio de las gasolinas.

Consumidores demandamos que si el gobierno no está en condiciones de controlar la especulación que ha desatado esta alza, entonces la retire. Le exigimos a la Procuraduría Federal del Consumidor hacer públicos los comparativos de precios a escala nacional y estatal. La Procuraduría debe exhibir a quienes especulan y de no sancionarlos, nosotros lo haremos.

De igual forma el aumento gradual a los precios de los combustibles se venía dando hasta que el presidente Felipe Calderón lo congeló en 2009. Esto significó un mayor desfase con los precios internacionales que se ha agudizado con los incrementos recientes de los precios del crudo en el mercado internacional.

Al incremento del precio internacional del petróleo que está presionando en todo el mundo a aumentar el costo de los combustibles, se suma el incremento en las importaciones a México de alrededor de más del 40% de la gasolina que se consume en el país, importamos alrededor de 19,000 millones de barriles de gasolinas al año y nos preguntamos, y la refinería?

A esta reflexión se suma el hecho de que el aumento del precio de los combustibles fósiles son totalmente participables mediante dos fondos, el primero de compensación

y el segundo como incentivo a la venta final de las gasolinas, tal y como lo establece el artículo 4º-A, fracción I y II de la Ley de Coordinación Fiscal.

Ello implica que como ejemplo, Puebla, Oaxaca y Veracruz, estados donde habrá elecciones para renovar gobernadores, cada uno de ellos se llevará como parte del primer fondo 503,822, 553; 370, 687, 724 y 373, 663,512 pesos respectivamente. Así mismo, como participación del segundo fondo les corresponde 392,923,923 ; 713,152,079 y 1,122,393,434 pesos cada uno.

El Gobernador del Estado de México quien durante la aprobación del paquete fiscal manifestó su acuerdo de incrementar el IVA, no puede desentenderse tampoco del alza a los combustibles, pues esto le representa para 2010 la fabulosa cantidad de 2, 504, 568, 875 pesos, los cuales tendría que informar si terminarán a favor de quienes los aportan o en una campaña de promoción personal en alguna televisora, como parte de su estrategia para 2012.

Consumidores rechaza tajantemente que estos recursos no se redirijan al subsidio de la población de menores ingresos bajo otros esquemas, mejorando y ampliando los sistemas de transporte público, un compromiso que ha tomado el país en la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático y que requieren con urgencia las ciudades del país.

El incremento al precio de los combustibles y al Gas LP, ha detonado una especulación desmesurada de precios en productos como el pan, la tortilla, carne o servicios como el transporte en todas sus modalidades y el incremento del 4.85% al salario, francamente es una ofensa a la clase trabajadora.

En nuestra condición de consumidores y como nuestra organización lo pregona, en la lucha contra los monopolios, no podemos omitir que durante la aprobación del paquete fiscal en diciembre, el Servicio de Administración Tributaria, entregó a la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados un reporte en el que afirma categóricamente que a pesar de sus esfuerzos por impedir la evasión y la elusión de grandes contribuyentes, alrededor de 400 grandes contribuyentes que en su conjunto acumularon ingresos por 4.96 billones de pesos en 2008 (50% del PIB) tienen una carga fiscal del apenas 1.7% del ISR, lo que representa pagar apenas 85 mil millones de pesos por este concepto.

En un esquema convencional de pago de ISR, que es el seguido por los contribuyentes del régimen general, los grupos empresariales estuvieran obligados al pago de un ISR varias veces, mayor al que actualmente pagan. El monto exacto de la contribución adicional dependería en gran medida de la organización corporativa y modelo de negocios que un grupo que actualmente consolida, decidiera adoptar ante un esquema de régimen general.

Los sectores que hacen uso de este esquema son: Cementeras,Tiendas de auto servicio, Tiendas departamentales, Cadenas automotrices, Cerveceras, Televisoras, Empresas Electrodomésticos, Empresas de telecomunicaciones, Empresas de cosméticos, Papeleras, Empresas procesadoras de alimentos, Distribuidoras de

maquinarias y equipos, Refresqueras, Constructoras, Operadoras financieras, Grupos hoteleros, Empresas mineras, Cigarreras, Empresas de transporte y Casas editoriales.

Por lo tanto, exigimos al gobierno federal, a los gobiernos estatales, al Congreso y a los partidos políticos asumir su responsabilidad frente a los consumidores, pues la carga fiscal nos la trasladan, afectando nuestra economía , no hay “años de recuperación” cuando los que menos tienen, pagan más. Eso lo deben de entender en los Pinos. De igual forma, tiene que haber transparencia en el uso de los recursos en los Estado.

La tan anunciada reforma fiscal para abril de este año, tiene que pasar por la obligación del Estado Mexicano de velar por sus ciudadanos y no por proteger a un grupo de privilegiados, que como el mismo SAT lo afirma, no es solidario ni menos equitativo con lo que paga de impuestos respecto de sus utilidades.

La idea de un IVA generalizado del 12% y un 25% al ISR como lo promueve el PRI, tendría un mayor impacto nuevamente en los consumidores de menores ingresos, la progresividad del impacto fiscal no estaría reflejada y solo sería un mensaje definitivo de su desdén hacia millones de ciudadanos.

Como lo hemos advertido: si las grandes empresas pagaran impuestos de manera proporcional al resto del país, si las prácticas monopólicas fueran combatidas eficazmente, si los consumidores tuviéramos los derechos a actuar de manera colectiva en los tribunales, nos encontraríamos con un país caminando hacia adelante, con mayor competencia, menores precios y mejor calidad en los productos y servicios.

Como lo hemos señalado anteriormente, 2010 será el año de los Consumidores.

Consumidores es una iniciativa promovida por Oxfam México, El Barzón y El Poder del Consumidor para combatir los monopolios y a la defensa de los derechos de los consumidores.