Lo que se ve no se pregunta
Juan Gabriel
¿Si no votas no te quejes? No tardan en aparecer las quejas del miedo, asco y repulsión que provocan el PRI y su Teto “besaviejitas” Murguía, pero, ¿y luego? Mal hace el ciudadano(a) desahogándose si no pretende ir más allá. Sí, ganó el Teto, y seguirán “ganando” el poder político peores patanes si seguimos manteniendo, acudamos o no a las urnas, el sistema de democracia electoral favorable a los partidos.
¿En qué estriba la tragedia de que haya ganado el Teto?, ¿era mejor que sus oponentes?, claro que no, simplemente ganó por tener mayor voto duro, mayor pandilla alrededor del partido para que la transa siga como debe ser, faltaba más. El abstencionismo simplemente fue, como en todas las elecciones, un elemento aritmético más a considerar para ganar. A los partidos no les interesa la democracia, les interesa la mierda.
Para cuatro quintas partes de la ciudadanía, el sistema de partidos le tiene sin cuidado. Saben que es cuestión de tiempo para que se derrumbe el sistema político-económico, pero más saben de lo difícil que es vivir en las actuales circunstancias existentes en Juárez. Curioso que se jacten los priístas de haber “ganado”, ¿qué ganaron? A menos que sea el trofeo de la desvergüenza y el cinismo, porque lo que es los corazones de la ciudadanía…más bien aumentaron el odio en su contra.
Ahora, ¿qué vamos a esperar del nuevo gobierno municipal? No hace falta ser muy inteligente: desarrollo de San Jerónimo con recursos de Juárez; hostigamiento y represión a ONG´s y movimientos de la sociedad civil; favores a grupos de poder (incluida la jerarquía católica) solapamiento de transas dentro de gobierno; encubrimiento de negligencias fatales de empleados municipales; protección a “distinguidos” priístas, toque de queda para menores; mantenimiento de grupos de choque para enfrentar cualquier oposición y manifestación; más corrupción policiaca...en este sentido nada fuera de lo “normal” a lo que nos tiene acostumbrados el PRI en su faceta populista neoliberal (neopopulismo).
En cuestiones todavía más graves (como si las otras no lo fueran) el panorama para combatir la inseguridad se desvanece (en realidad, ningún candidato traía ideas al respecto). No esperemos que disminuyan los asesinatos, robos, extorsiones y secuestros, este tipo de “líderes” fomentan más que inhiben la delincuencia. En realidad retrocedemos en libertades, seguridad, democracia, equidad y desarrollo. Nos esperan días difíciles. Pero ojo, igual si hubiera ganado el candidato del PAN, seguramente seguiría apoyando la injusta y cruel “guerra” contra el narco del espurio Calderón acosta de nuestras vidas.
La verdadera mala noticia (según como se reciba) es que descansa en la gente, en la ciudadanía, el poner solución al respecto. No esperen a que los políticos y los partidos cambien, por el contrario, las cosas van a empeorar y sin una sociedad que les ponga un alto, créanme, van a saquear y fastidiar a la gente hasta el cansancio. Tampoco hay que esperar a que resucite Pancho Villa para hacer algo, en nosotros está que las cosas cambien. El verdadero enemigo de Juárez no es el Teto, el tan sólo es la cara más visible de los poderes que lo usan, sino a quiénes representa el Teto: el empresariado binacional, las inmobiliarias, el propio PRI con su lumpen- ejército de borregos violentos y, si hacemos caso a los insistentes rumores, el narcotráfico.
Por otro lado, el Teto y su PRI van a encarar a una sociedad que los rechaza, tendrán que ser muy inteligentes (difícil) para poder gobernar a sus anchas. El propio sistema de partidos será víctima de su propio estiércol, comenzando con el PRI. El PRI y los demás partidos están pensando en el 2012, en la sucesión presidencial, considerando que el abstencionismo va a seguir igual y que para entonces, habrá disminuido significativamente la población. Para nada toman en cuenta a la sociedad y ahí está uno de sus dos grandes errores. El otro tiene que ver con dejar avanzar al narcotráfico en la política, lo cual, como hemos visto en estas tierras, Tamaulipas o Nuevo León, no les garantiza su seguridad.
De nada servirá que el Teto amenace a sus detractores y enemigos, que son algo así como cuatro quintas partes de la sociedad, tarde o temprano se le acabará la suerte. De todos modos las cosas caen por su propio peso y los días de la partidocracia están contados. Felicidades PRI, porque cada “victoria” electoral se suma a la del descontento de las mayorías mientras vemos el real tamaño de sus fuerzas (que no dejan de ser un peligro).
El domingo 4 de julio sicarios atacan a patrulla de la Policía federal…ejecutan a dos en tienda de abarrotes…el lunes 5 de julio aparece un hombre esposado y muerto en una casa...grave mujer baleada en Fuentes del Valle…¡Viva la democracia!