miércoles, 7 de noviembre de 2012

Fin a la “guerra” contra el narco



Las elecciones en Estados Unidos no sólo dieron como ganador a Obama, también se votó a favor de la legalización de la marihuana con fines recreativos en los estados de Washington y Colorado, lo cual inmediatamente hace innecesario seguir con la política de exterminio en México para que la droga no llegue a ese país. Es la mejor noticia que podemos tener las y los mexicanos.

Ya no hay motivos ni razones para seguir las políticas impuestas desde La Casa Blanca con la Iniciativa Mérida y menos aún con la sanguinaria propuesta de Calderón, que nunca tuvo ni pies ni cabeza, pero sí un profundo impacto negativo en la sociedad, con un saldo irremediable en vidas humanas, sobre todo en el norte del país. Influidos por Washington y Colorado, seguramente otros estados de ese país llevarán estas iniciativas de legalización y cada vez serán menos justificables las acciones “bélicas” que tanto daño han hecho en la población.

Se estima que la “guerra” contra el narco calderonista ha costado ya entre 60 y 100 mil asesinatos relacionados, más las desapariciones, más la migración, más la destrucción económica y el impacto psicológico en aquellos estados y ciudades donde esta política ha sido singularmente cruel. Pero ya no hay pretextos para seguir adelante con tan macabro programa; ya no tiene sentido la destrucción del país para complacer a otro país que esta virando su estrategia de manera pacífica; sería absurdo continuar en la misma dirección.

Hace dos años, California había llevado una iniciativa de legalización de la marihuana con fines recreativos. La iniciativa no pasó por un ligero margen, pero dejaba ver la tendencia cada vez mayor en esa nación de darle otro sentido al consumo de este estupefaciente en particular. Estados Unidos y en especial California, son los principales cultivadores de marihuana en el mundo (sí, en el mundo) además de ser, con mucho, el principal país consumidor de drogas. Las políticas de Washington por décadas han ido perdiendo batalla tras batalla, programa tras programa, todas las luchas contra las drogas.

En el libro “La guerra al narco y otras mentiras”, coordinado por César Cansino y Germán Molina (ICI/CEPCOM: 2011) escribí un texto sobre el impacto de esta “guerra” en Ciudad Juárez, donde vienen cifras no sólo de la ciudad, sino también de los índices de consumo y combate a las drogas en el vecino país del norte: después de multimillonarios presupuestos, costosas campañas y agresivos programas contra la delincuencia organizada (Estados Unidos cuenta con el mayor número de encarcelados de los países ricos, con una población de más de dos millones de presos) la tendencia sigue imperturbablemente a la alza. No es ocioso decir además, que sus técnicas de prevención y rehabilitación son un fracaso. Ver: http://carmugosociologico.blogspot.mx/2011/12/la-guerra-perdida-contra-el.html

El negocio de las drogas, como bien se sabe, es una industria muy lucrativa que se relaciona además con otros negocios también ilícitos, como la trata de blancas o el tráfico de armas, entre otros. En el capitalismo todas las industrias prosperan mientras haya demanda y la gran paradoja del narcotráfico es que la prohibición del consumo ha hecho más fuertes a estos grupos criminales y mayor la demanda. Se puede decir que a partir del siglo XX los grupos del narcotráfico alcanzan niveles de poder inimaginables un siglo atrás. Plantas como la marihuana, después de ser apreciada, estudiada y aplicada por miles de años (ya se le estimaba en China unos tres mil años antes de esta era) es ahora objeto de persecución y sus usuarios criminalizados, inhibiendo también, aunque no totalmente, su investigación y explotación en otros ámbitos como la medicina, la alimentación o la industria textil.

La constitución de Estados Unidos, su Carta Magna, está escrita en hoja de cáñamo, sustancia derivada de la marihuana. George Washington y los padres de la nación del norte, no sólo eran terratenientes esclavistas, también se dedicaban al cultivo de esta planta. El gran problema con los estadounidenses es su población conservadora, los WASP* principalmente, de donde han surgido presidentes escrupulosos incapaces de entender el problema y sí muy dispuestos torpemente a complicarlo más. El resultado es desde el siglo pasado y coincidiendo con el empoderamiento de ese país como la principal potencia mundial, la progresión del consumo de drogas con gran sufrimiento humano.

Todavía no hay que celebrar. Más bien ha de hacerse una profunda y sincera introspección sobre cómo presionar a los gobiernos de México (federal, estatal y municipal, así como a las cámaras representativas) para terminar con esta “guerra”, despenalizar y legalizar la marihuana sin sufrir consecuencias por ello. Desafortunadamente la mayoría de las y los políticos mexicanos son conservadores y sumisos ante Washington, aunque muy probablemente muchos de ellos sean consumidores de sustancias ilícitas.     

Hay mucho por hacer entonces. Insisto: ya no hay argumentos para sostener una “guerra” insostenible. La batalla por la legalización ha comenzado.



*White Anglo Saxon Protestants. 

lunes, 5 de noviembre de 2012

IV Cumbre de “valores” ¿priistas?




Los días 6, 7 y 8 de noviembre se llevará acabo en Ciudad Juárez, la IV Cumbre de Valores y Cultura de la Legalidad, en los más caros y elitistas espacios de la ciudad y con no menos caros conferencistas internacionales. El dinero de los impuestos, que no alcanza ni para tapar un triste bache, es usado a montones para legitimar un gobierno mediocre, sanguinario y principal detonador de la cultura de la ilegalidad.

Por obvias razones, en el mundo de las apariencias donde se mueve la clase política, que incluye a rectores, empresarios, religiosos y por supuesto, a la plana mayor del gobierno estatal, municipal y “representativo”, será algo así como un evento de autocomplacencia y autoconsumo, pues en las calles, mientras se lleve a cabo tan “prestigioso” evento, seguirán los abusos policiacos, la tolerancia a ruteros, el soborno, el cohecho, la corrupción y todo lo que se sabe del corporativismo priista. En contraparte, seguirá la misma política de oídos sordos hacia las quejas, cuando no represión, a la ciudadanía.

Para nadie es secreto que la principal mafia está en el gobierno, esa que utiliza el terrorismo de Estado en distintas facetas, como la limpieza social, las amenazas del fisco o los acuerdos con las diferentes cúpulas del poder, legal o no. El cinismo no llega a más por que tal vez la cartera no sea ya tan gorda, después de tanta muerte y éxodo de juarenses que han dejado de pagar impuestos, sino, hasta son capaces de traer al Papa para que les dé sus bendiciones. El mismo hecho de despilfarrar el dinero de todos y todas para hacer creer al mundo (por que ni modo que a las y los juarenses) que Juárez va en camino de la recuperación, es una contradicción habiendo tanta necesidad a la vista. Pero a los políticos les da asquito la pobreza, por eso no la quieren ver ni remediar, sólo explotar.

El capitalismo es fuente inagotable de la adicción al dinero y el poder, deviene en sociedad egoísta y anómica donde quiera que se aplica y es controlable a través de una farsa democrática basada en elecciones. Resultaría por demás irrisorio, si no fuera por la tragedia de vivir en Juárez, que los grupos más antidemocráticos, soberbios e insufribles del estado y ciudad más afectados por la “guerra” contra el narco, sean los anfitriones de este evento que parece más un espectáculo para retrasados mentales que para gente en sus cinco sentidos; es tan absurdo como si el Ku Klux Klan o el partido Nazi realizarán una cumbre sobre derechos humanos.

Pero, ¿a quién va dirigido este caro espectáculo?, ¿a los cientos de detenidos diaria y arbitrariamente por las fuerzas de Julián Leyzaola con beneplácito del Teto Murguía?; ¿a los deudos de Marisela Escobedo, la familia Reyes, Géminis Ochoa o Manuel Arroyo? Tal vez sea para consolar a las madres y padres de mujeres desaparecidas o asesinadas durante tantos años. ¿Qué valores van a apoyar?, ¿la sumisión, la injusticia, la hipocresía, la avaricia y el cinismo?; ¿tal vez la falta de vergüenza o cómo robar a los contribuyentes sin sentir remordimiento? Lo que sí es seguro es que nadie afectado por los malos gobiernos, mucho menos sus críticos, estarán ahí; sólo la gente bonita, de clase media para arriba y bien vestidos; ah y la borregada de personas sin voluntad, dignidad ni inteligencia que fácilmente son comprados y acarreados por coacción.

Querer imponer valores, además valores burgueses como “liderazgo” o  el hipócrita “combate al crimen” resulta por demás estúpido cuando todos(as) sabemos que la corrupción viene de arriba e influye en lo social. Así por ejemplo, ¿para qué estudiar si se pueden ganar elecciones fraudulentamente o trabajar de rutero?, ¿para qué la paz y armonía si se puede ser policía y violentar a gusto sin ser llevado a la justicia?, ¿para qué educar si entre más ignorancia, mejor se gobierna y se roba?; aunque traigan a sus cómplices de la ONU y Washington, en Juárez no cambia nada: lo único que nos dejan muy claro a la ciudadanía, es la imperiosa necesidad del Estado por legitimarse sin cambiar, pero no engañan a nadie; entre mayor y más costoso su espectáculo, mayor y más visible su ruina moral.

¿Por qué no hacen público cuánto se van a gastar en hacer este evento, cuánto les van a pagar a los que vienen? Mejor aún, ¿cómo van a medir el impacto de quienes nos vienen a dar lecciones de moralina para justificar el dispendio? A ver, ¿de cuánto va a ser el gasto? Esto huele a “Todos somos Juárez”, oscuro programa millonario sin resultados del cual se desconoce cómo se distribuyen dichos recursos. Pero por lo pronto todo es felicidad en Tetolandia o Ciudad Duarte, como gusten llamar a la anteriormente conocida y en próximos años por desaparecer, Ciudad Juárez.




 

sábado, 3 de noviembre de 2012

¿Orgasmo o miedo al placer? El legado sociológico de Wilhelm Reich (1897-1957)

(foto tomada de www.artflakes.com/en/products/wilhelm-reich)


La estructura del carácter es la cristalización
de un proceso sociológico de una determinada época
Wilhelm Reich


¡Cuándo y cómo fue su último orgasmo? Si la pregunta le incomoda, probablemente tenga que ver con el eficaz método de control social vigente en nuestra cultura y sociedad actual: el tabú de la sexualidad. Wilhelm Reich (WR) científico austrohúngaro y su escuela, siguen demostrando la importancia de la energía sexual como última frontera antes de experimentar la libertad total: salud, relaciones sociales, sexuales, autonomía política, económica; consciencia, inteligencia, en fin.

WR es definitivamente uno de los grandes genios olvidados del siglo XX, cuya obra bibliográfica, echada a la hoguera tanto en la Alemania nazi, como en los Estados Unidos macartista, fue insuficiente para detener el legado de sus descubrimientos. Hombre polémico, discípulo de Freud y en algún tiempo socialista, fue expulsado de ambos círculos por sus teorías sexuales, bastante radicales para la época. Sus contribuciones alcanzan varias ciencias (psicología, medicina, sociología, biología, pedagogía) y tan sólo en la psicología influyó fuertemente en reconocidas escuelas terapéuticas, como la terapia bioenergética de Alexander Lowen; la terapia Gestalt de Fritz Perls o la terapia anarquista de Roberto Freire.

Dentro de su amplia y variada obra, es fundamental comprender primero, su interés en la sexualidad humana, que lo llevaría a estudiar psicoanálisis con Sigmund Freud en Viena y luego, a partir de la profundización de sus estudios en la libido (orgón) no sólo como una energía sexual intrínseca al ser humano, sino como una energía latente en la vida y el cosmos, una energía universal, lo que lo llevaría a distanciarse de Freud y sus escuela, al considerar al psicoanálisis más favorable a la adaptación del paciente a la realidad (visión burguesa) en vez de la transformación de la realidad para contrarrestar la incidencia de la neurosis y otros desórdenes psicosociales, coincidiendo esta idea con su etapa marxista, desarrollando toda un teoría a partir de sus investigaciones sobre el carácter, la función del orgasmo y la teoría de la economía sexual.

En La función del orgasmo (1927) Análisis del carácter (1933) y Psicología de masas del fascismo (1933) se encuentran ya las bases de su teoría de la economía sexual para entender desde la represión sexual introyectada en el cuerpo y la personalidad de la persona enferma, hasta las forma de manipulación política de control social impuestas desde el Estado, la escuela, la religión, la moral y la cultura patriarcal. WR expone en La función del orgasmo “Estoy convencido de que la sexualidad es el centro alrededor del que gira tanto la vida social, como la vida interior del individuo”. La salud física y psíquica, así como la armonía de las relaciones sociales depende pues, de lo que Reich llama potencia orgiástica.

Desde la llegada del patriarcado como forma de organización social y centro de poder, la humanidad vive sometida a un largo periodo milenario de represión sexual; reglas que influyen en su comportamiento y salud hacia la infelicidad, teniendo que adaptarse y sobrevivir construyendo “corazas” psicológicas o carácter (lo que hoy llamamos “mecanismos de defensa”) para enfrentar esa realidad hostil, adquiriendo un miedo al placer, la vida o la autoridad. Intentar liberarse del placer sin conocerlo, puede convertirse en su condena; el/la que busca o se aleja del placer (la vida) puede terminar esclavo de ella, pero en un sentido enajenante. Así, el hombre y la mujer contemporánea se ven obligados a sublimar o reprimir su sexualidad desde temprana edad (si es que no abusados) siendo proclives a muchas enfermedades, desviaciones sociales, sexuales y políticas, pues no desarrollan una vida sexual ni plena ni estimulante y en cambio sí, una vida de insatisfacción, vacía o conflictiva, justo lo más común en las sociedades burguesas contemporáneas.

WR hizo descubrimientos importantes dentro de otras áreas de la ciencia, como la biología y la física, incorporando sus hallazgos en laboratorio sobre los biones y el principio de la vida. Gracias a estos descubrimientos pudo avanzar hacia la comprensión de enfermedades como el cáncer, por ejemplo, a través de lo que vio como un principio universal en la naturaleza (carga-tensión-distención-relajación) y que denominó como energía orgónica u orgón, síntesis de organismo y orgasmo. Reich descubrió este principio vital presente en todos los seres vivos, muy semejante a lo que otras culturas han denominado por siglos como Chi o Prana. Esta energía gratuita pudo ser finalmente puesta a servicio de la humanidad a partir de la creación de aparatos como el revitalizador acumulador de energía orgónica (ACOR) o el Cloudbuster (cazanubes) para atraer lluvia.

Después de vivir en varios países europeos, llega a Estados Unidos justo cuando empezaba la Segunda Guerra Mundial, tan sólo para morir de un paro cardiaco el 3 de noviembre de 1957, perseguido y acusado injustamente por la Food and Drug Administration (FDA) un día antes de cumplir una condena en la cárcel por supuesta falsedad en sus investigaciones e inventos; sus libros no sólo fueron prohibidos, también fueron quemados, sus aparatos destruidos y sus laboratorios clausurados en el “país de la libertad”. Su legado sin embargo, traspasa la barrera de la censura y el tiempo y su obra sigue siendo fundamental para comprender y resolver la enfermedad del siglo XXI, que es la misma que el siglo XX y los siglos predecesores: el patriarcado.


















lunes, 29 de octubre de 2012

Ruteros asesinos. De Ciudad Juárez con amor




El transporte público es otro espacio político-económico monopolizado por sindicatos afines al PRI, grupos anómicos que gozan de impunidad. Esa es la razón por la cual siguen siendo los principales causantes de accidentes, muchos de ellos fatales, sin que el Estado pueda (o quiera) someterlos a la ley.

Transportistas de la CTM, FUTV, CROC…todos están cortados con la misma tijera: unidades y choferes sucios, groseros, acelerados, con la más mínima educación y cero capacitación o entrenamiento. Viajar en camión, en la rula, significa música popular mexicana a todo volumen, incluidos los narcocorridos, indiferencia y/o prepotencia del chofer, competencia entre ruteros a altas velocidades y sin precaución, con poca cautela y respeto tanto al usuario transportado, como al que usa las calles. Dejar en manos de dichos y peligrosos personajes, no sólo el llegar a tiempo, sino la propia integridad física, es un deporte extremo en Juárez, aunque no se sea usuario.

Cualquier intento de democratización de estos sindicatos han ido directamente al fracaso. Son una fuerza considerable, a parte de troglodita, no sólo para ganar elecciones, también para amedrentar a “grupos rivales” (competencia) y en el presente caso, de secuestrar las vialidades impunemente sin visos de arrepentimiento. Por eso no es de extrañar que los diputados y senadores salidos de estos grupos de poder, sean los más reaccionarios a los intentos de la actual reforma constitucional al trabajo de ser transparentes, pues va contra su cultura y modus operandi.

Según datos del Observatorio de Seguridad y Convivencia Ciudadana del Municipio de Juárez, en el 2011 hubo 4,473 incidentes viales, con una tasa de lesionados por cada 100 mil habitantes de 165.3 con un promedio de 13.77 (14 personas por cada 100 mil habitantes) y con una tasa de lesionados de 49.2 por cada 100 incidentes,  mientras que de enero a junio del 2012, lleva una tasa de lesionados de 14.88 (15 personas u 88.9 total) y una tasa de lesionados de 47.9 en 2,470 incidentes. La tendencia no sólo es alta sino a la alza. Ver: http://observatoriodejuarez.org/dnn/Estadisticas/IncidentesdeTránsito.aspx

Aunque no hay disponibles al público estadísticas de este tipo de incidencias que señalen o distingan a los ruteros, según una entrevista con el jefe de transporte de la región, Jesús Manuel García Reyes,  al 18 de octubre del presente año, 314 choferes de transporte público (de pasajeros) han participado en “accidentes de tránsito conduciendo su unidad, de los cuales 225 resultaron con responsabilidad.” Ver:

Para dar una idea de la desazón con la que laboran dichas personas, unos cuantos ejemplos de notas periodísticas de los últimos días: “Un rutero que atropelló a dos mujeres y mató a una de ellas en la zona centro, mientras jugaba carreras con otro conductor, fue presentado ayer frente a un juez de Garantía” http://www.nortedigital.mx/article.php?id=25104  Otra: “Choque entre ruteras deja 20 lesionados http://www.larednoticias.com/noticias.cfm?n=90346  y la más reciente, del lunes 29 de octubre: “Muere hombre atropellado por rutera en la zona centro”. http://arrobajuarez.com/notas.php?IDNOTA=28132&IDSECCION=Portada&IDREPORTERO=De%20la%20Redacci%F3n

Mientras los retenes “anti-ebrios” para automovilistas se instalan impunemente en las calles violando la Constitución por parte de agentes de tránsito municipales, con afán sobre todo recaudatorio y arbitrario, para con los ruteros hay condescendencia y tolerancia, quedando todo siempre en futuras sanciones como, retirarles concesiones de ruta. Los gobiernos, así sean emanados del PRI, no pueden con los ruteros, aunque el negocio de la “concesión de rutas” está sujeto a los permisos municipales, lo cual se presta a sospechas de corrupción.

En un trabajo del sociólogo Luis Manuel Lara,  “La despersonalización de responsabilidades en el caso del transporte público de Ciudad Juárez,” expone la gravedad del problema, aun sin hacer énfasis en las incidencias mortales. Según Lara el ruteo, tanto en unidades y choferes como en servicio, no cumple con los requisitos mínimos de calidad y peor aún, nadie, o muy pocos, están contentos con el servicio; todos se echan la bolita (autoridades, concesionarios, choferes, usuarios) pero de todas maneras la sociedad es la que sigue teniendo desde hace décadas un pésimo servicio, que puede incluso costarle la vida. Ver:

La intocabilidad del gremio de ruteros es un ejemplo de anomia desarrollado por la forma autoritaria del Estado priista, que reprime a sus críticos, pero tolera a sus agremiados así sean delincuentes. Lo malo es que este grupo de poder en particular tiene secuestradas las calles y no tiene para cuando cambiar para bien. En el imaginario colectivo juarense, las ruteras son más que responsables de la inseguridad vial; pero es un mal necesario al que no pueden renunciar, pues la ciudad, mal planeada, insegura y gobernada por empresarios insensibles y cómplices, es incapaz de poner orden a esta horda de personas poco solidarias y egoístas, como suelen ser los agremiados a los sindicatos charros ruteros. 






  

El marqués de Juárez Ensayo sobre el Capitalismo Gore, de Sayak Valencia


jueves, 25 de octubre de 2012

Chihuahua gore




Chihuahua se inaugura en las nuevas luchas de clases posmodernas; esas que se dan cuando uno o varios movimientos sociales surgen a raíz del mal comportamiento del Estado falsamente llamado democrático. El capitalismo sigue existiendo y sigue siendo violento, Marx no estaba equivocado. La violencia anómica (el capitalismo tiende a la anomia) es ya parte integral de la vida cotidiana chihuahuense.

El asesinato del barzonista Ismael Solorio Urrutia y su esposa Manuela Marta Solís en Cuauhtémoc, amenazados previamente junto con otros activistas por oponerse al robo de agua por parte de grupos menonitas y la instalación de una empresa  minera canadiense en Buenaventura, no son solamente el último eslabón de la cadena de violencia gratuita facilitada por el Estado, sino, una práctica rejuvenecida y recurrente en contra de la sociedad, tolerada y/o alentada por el propio gobierno.

La represión capitalista y gubernamental es la misma cosa: el poder político-económico hacen sinergia. La Chihuahua de principios del siglo XXI, priista, neoliberal y conservadora, no es muy ajena a la Chihuahua de principios del siglo XX y de hecho, tiene más en común con el régimen de Porfirio Díaz, que con los ideales revolucionarios de los que derivan. La represión policiaca de la policía de Leyzaola en Ciudad Juárez (criminalización de la sociedad) el alto índice de criminalidad en la ciudad de Chihuahua; los conflictos ejidatarios con la Comisión Federal de Electricidad en el noroeste del estado; el aumento de los feminicidios; la destrucción del Valle de Juárez; la desnutrición tarahumara en la sierra y el ecocidio de la misma…en fin, son muchos y variados los efectos del capitalismo priista neoliberal, por cierto, padre y modelo del panismo actual.

No se trata de ingobernabilidad o Estado fallido, sino de una política ad hoc a los intereses del mercado. La naturaleza del capitalismo es agresiva, masculina, y violenta; la del Estado, también es masculina, coactiva y coercitiva. Combinadas dan pie a sociedades jerárquicas (clases y estratos sociales) con una cultura patriarcal, individualizante y egoísta, lo cual facilita la gobernanza (divide y vencerás) en lo político-económico (como en el imperialismo estadounidense) llegando a extremos como el terrorismo de Estado (Estado terrorista) cuyos efectos vivimos actualmente en México. El objetivo de  este tipo de regímenes es la dominación.

De las aberraciones de este sistema encontramos, en el caso Chihuahua, por ejemplo, la aparición de grupos de poder, legítimos o no, que luchan entre sí a expensas y a través de la sociedad.  Desde el 2007, pese a la exposición gratuita a una “guerra” que nadie pidió (“guerra contra el narcotráfico”) los grupos de poder permanecen (metapoder) y la sociedad paga sacrificando vidas, salud y prosperidad. ¿Qué sucedió? Un reacomodo de fuerzas, nada más; el sistema permanece por una simple regla económica de oferta y demanda. Pero no sólo es el narco; también están las empresas transnacionales, como las mineras canadienses, famosas por destruir ecosistemas en el mundo; los terratenientes locales, como los menonitas ricos de Cuauhtémoc, con su economía ganadera y agrícola expansiva, derrochadora de recursos naturales, sobre todo de agua; y en lo político, el monopolio del poder por los partidos, particularmente el PRI, con su corporativismo filial y servilismo empresarial.

La sociedad chihuahuense vive reprimida por que su clase gobernante (políticos, empresarios y religiosos) es también una élite reprimida, además de represiva. El Gobierno del estado se ha encargado de la defensa de los intereses de estos grupos con acciones de desprestigio y represión selectiva contra personas y grupos activistas (ecologistas, feministas, derechohumanistas…) con gran permisividad hacia grupos paramilitares (sicarios) la limpieza social policiaco-militar o la protección también selectiva a determinados grupos étnicos, empresariales y religiosos; se trata de que las cosas no cambien. Lo que más temen los gobiernos y empresas neoliberales es a perder sus privilegios, por eso les aterra el malestar de la gente, las protestas y demás expresiones de contrapoder.

Si el estado de anomia fascista* (esa política de permisividad autoritaria o acuerdos entre grupos de poder, incluso en pugna) prevalece en Chihuahua, pese a las protestas locales y la condena nacional e internacional, es por facilidad del Estado, además de su falta de voluntad e incapacidad de respuesta. El caos chihuahuense se refiere a esa forma de dominación económica-política-cultural (capitalismo gore) concepto tomado de Sayak Valencia para definir el placer por la violencia, la sangre y el sufrimiento ajenos, por supuesto, presente en las acciones de intimidación que utilizan estos grupos de poder (incluido el gobierno) desde siempre, pero ahora de manera más que obvia, descarada. A nivel nacional, las reformas laborales a la constitución, tal vez sea el mejor ejemplo de esto (violencia económico-legal).     

La Chihuahua gore no puede durar para siempre. El asesinato de Marisela Escobedo, por ejemplo, deja una escuela de protesta familiar ciudadana, activismo muy común en Juárez y cada vez más presente en el resto del estado, donde familiares y amistades se organizan (casi siempre contra el gobierno) cuando alguien ha sido víctima de la injusticia. El asesinato de Ismael Solorio y su esposa, al igual que Marisela y otros muchos activistas chihuahuenses, seguramente calan hondo en las consciencias sensibles del estado, dejando un legado de lucha y resistencia para la posteridad. No se puede tapar el sol con un dedo.


*La anomia (sin reglas, inestable) y el fascismo (orden autoritario/estable) se atraen formando un caos: la anomia no impone, pero tampoco respeta normas; por el contrario, el fascista impone su ley, conquistando y organizando parte de la anomia a su favor y conveniencia; juntos hacen un moebius negativo, un orden caótico (a final de cuentas el fascismo también es anómico). La síntesis puede ser muy peligrosa, los dos son polos negativos. El populismo neoliberal es un buen ejemplo de la dialéctica entre anomia y fascismo.




miércoles, 3 de octubre de 2012

Arzate contra el Estado




Desde el 3 de febrero del 2010 comenzó la pesadilla de Israel Arzate Meléndez. ¿Qué hizo?  Tener la mala fortuna de toparse con una célula militar a unos días del escándalo internacional de la masacre de Villas de Salvárcar (donde se asesinaron a 16 jóvenes) en Ciudad Juárez. Había que encontrar a los culpables o fabricarlos para bajar la presión al gobierno mexicano y eso fue lo que se hizo: encontrar chivos expiatorios en los barrios pobres de la ciudad.

El caso de Arzate es paradigmático por que refleja la precariedad del Estado mexicano en todas sus formas: desde las criticadas prácticas de confesión bajo tortura, la parcialidad de los jueces en complicidad con los diferentes niveles de gobierno; hasta el desamparo que brinda la incapacidad gubernamental de impartir justicia y protección a una sociedad temerosa e ignorante de sus derechos. La historia de México esta repleta de casos de injusticias y Ciudad Juárez continúa la tradición en el siglo XXI con sus feminicidios y juvenicidios en un sistema político que es cómplice junto con el sistema económico, de la depreciación de la vida humana (que ahora es desechable) y del trato a sus ciudadanos como delincuentes dependiendo de la clase social (a los criminales de cuello blanco no se les toca).

Esta circunstancia, de entrada grave, permite precisamente una orientación fascistoide del Estado, cuyas ventajas se pueden medir en cuanto a limpieza social, echando mano de la población, sobre todo en aquellos sectores vulnerables donde es más fácil engañar o abusar de la sociedad. En una ciudad como Juárez, donde la policía te ve como sospechoso, el desamparo social se pronuncia ahí donde hay más ignorancia y miseria. La pobreza no sólo es útil en tiempos electorales, cuando se pueden comprar votos; también se aplica en esos momentos críticos cuando hay que “solucionar” problemas (aunque en realidad los compliquen más) echando mano de tanto pobre indefenso que hay y del que se puede abusar. Esas complicaciones no son otra cosa que las contradicciones del Estado por ocultar su naturaleza violenta intentando una imagen de eficacia.

Regresando al caso de Arzate, lo primero que salta a la vista es la irregularidad de su detención, aunque es una práctica típica de las policías mexicanas, muy común también en los militares; la debilidad de los cargos que se le implican, siendo el más grave, el de su participación como sicario en la masacre antes citada; y la inexplicable actitud berrinchuda de las autoridades por mantenerlo recluido bajo cualquier escusa antes que declarar que todo lo han hecho mal y están negándole un juicio justo a Arzate y una investigación profesional, ÉTICA, a la sociedad y sobre todo, a los familiares de las víctimas. La soberbia de los gobernantes no tiene límite y el Estado mexicano es incapaz de reconocer sus errores. Se juega con las personas como monedas de cambio en las intrigas políticas, para acallar a la sociedad, mantener el orden y sobre todo, el puesto a salvo.

La masacre de Villas de Salvárcar es un asunto ya muy politizado, muy manoseado, donde la justicia brilla por su ausencia y buena parte de los vecinos afectados han sido comprados con regalos y dinero del gobierno (municipal , estatal y federal) o incluso, por  consejo de  ONG´s, han optado por aceptar lo que diga la versión oficial, antes que llegar a la verdad de los hechos. El engaño de atrapar culpables que luego resultan ser inocentes, es una película muy vista en Juaritos, por eso no es posible creer en las “autoridades” cuando presumen que han “atrapado” a alguien. El caso de Arzate Meléndez, como el de muchos otros, entra desafortunadamente en esta categoría.

Convertirse en enemigo del gobierno de la noche a la mañana, sin aviso previo y con toda la ignorancia que la despolitización social y el egoísmo individualista permite, es una violación táctica que el Estado hace con aquellas personas escogidas al azar o selectivamente para vaciar al Estado de culpas y someter al desdichado(a) con toda la fuerza del poder, donde no sólo participan las diferentes instancias de gobierno, sino también aliados y grupos de interés. Uno de los cómplices del poder son los medios informativos, que juegan una doble moral al, por un lado, alinearse o negociar noticias con los gobiernos y grupos de poder, y por el otro, generar o desviar la atención sobre algún tema en particular. En el caso Arzate, sobresale el tratamiento que le dan algunos medios masivos, que lo juzgan culpable antes que las autoridades, fungiendo como aliados del Estado e  influyendo así con su opinión en las masas.

¿Por qué el afán del Estado contra Israel Arzate? Tal vez su delito más grave ha sido tener la suficiente valentía para denunciar los abusos y torturas que ha sufrido con la “justicia” mexicana, llamando la atención de organismos de Derechos Humanos nacionales y de medios de comunicación serios e independientes. El Estado no sabe reconocer que sigue fracasando en impartir justicia; que proyectos sociales como el “Todos somos Juárez” no funcionan; que la violencia ha bajado pero sigue habiendo homicidios, feminicidios, asaltos y que el sistema de justicia (jueces y policías) no es confiable.
  
El Estado mexicano sigue teniendo una gran deuda pendiente en materia de calidad de vida para las y los juarenses. Más penoso todavía, su legitimidad sigue en descenso, con la consiguiente antipatía social más allá de las urnas. El Estado, el PRI, los partidos, podrán comprar a buena parte de la sociedad, pero no a toda la sociedad.