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lunes, 14 de agosto de 2023
sábado, 18 de enero de 2020
Juan Pablo II: el boulevard de la muerte
Juan Pablo II: el
boulevard de la muerte
Carlos Murillo
González
Una de las formas
de ver más evidentemente la corrupción gubernamental es en la infraestructura
urbana; los charcos, los baches y la falta de alumbrado son sólo una muestra de cómo se roba
el dinero público empleándose mal. En este rubro corrupto se ubica el Boulevard
Juan Pablo II (BJPII) también conocido por su nombre anterior “Boulevard Cuatro Siglos”, un verdadero boulevard de la
muerte.
El BJPII tiene alrededor de 20 años de vida y se fue alargando hasta unirse con el Boulevard
Independencia hacia el oriente y con la avenida Rafael Pérez Serna hacia el
poniente. Es una versión de freeway
fronterizo: una vía rápida corriendo paralela a lo largo del Río Bravo. En esta vía suceden
constantemente accidentes automovilísticos, atropellos, choques, muchas veces mortales.
Particularmente de la intersección que va del Boulevard Francisco Villarreal a
Boulevard Independencia (un tramo de unos siete kilómetros) es donde se
localizan los accidentes más letales.
Este segmento del
BJPII es más angosto; pasa de tres a dos carriles; no hay un muro protector que
separe el flujo vehicular en sus dos direcciones; no tiene acotamientos y para
colmo, está franqueado por el bordo del Río Bravo hacia el norte y por un canal
de irrigación hacia el sur, convirtiéndose en una especie de trampa mortal. Se
trata de un tramo sin calles intermedias (salvo la salida a la calle Ramón
Rayón) convertida en pista de carreras que a raíz de tanto accidente, se ha
optado por ir disminuyendo la velocidad permitida hasta llegar a los 50 km/h,
velocidad que, por cierto, nadie respeta y todos rebasan, pues fue creada como
una vía rápida para evitar el tráfico vehicular y, sobre todo, facilitar el cruce
hacia El Paso, Texas y viceversa, del transporte de carga de la industria
maquiladora.
Si de por sí las
ciudades sacrifican al peatón y al ciclista a favor del automóvil cuando se
piensa en construir vialidades, si se trata de una urbe maquiladora como Ciudad
Juárez, la lógica responde a satisfacer las necesidades del principal generador
de empleo de la ciudad, incluso en contra de los intereses de los autos
particulares y los residentes locales. Todo sea en función de mantener
contentos a la maquila, no vaya a ser que se vayan. El BJPII fue construido
bajo esa lógica, pero mal y el ejemplo vergonzoso de ello es ese tramo de 7 km.
La vida laboral
juarense es acelerada, marcada por la pauta de la maquila. Desde las 4 de la
mañana el día inicia con el rugir de los camiones maquileros, el famoso
“transporte de personal” contratado por la industria para asegurarse de que sus
trabajadores(as) lleguen a tiempo. Por cierto, los choferes de dicho transporte
son protagonistas frecuentes de la nota roja tanto por su forma de conducir,
como por verse involucrados en delitos de todo tipo, incluidos la violación y
el asesinato. La forma de conducir en general del juarense, es descuidada,
agresiva, sin respeto al orden y al derecho de tránsito. Los periódicos
diariamente publican noticias de accidentes viales, como si fuese una competencia con la cuota diaria de asesinatos que vivimos desde
hace doce años.
Si bien la
problemática de la construcción irresponsable y corrupta de vialidades y
caminos no es exclusiva de Juárez (recordemos al infame Gerardo Ruiz Esparza,
secretario de Comunicaciones y Transporte en el sexenio de Peña Nieto, quien
debe vidas por sus obras autorizadas mal construidas en varias partes del país)
el problema es que el BJPII seguirá abierto por que no le interesa a las
autoridades reparar en él; es decir, seguirán pasando accidentes por que no se
puede detener el flujo vehicular maquilador y, mientras no sea alguien
“importante” quien muera en un percance por esa vía, no se va a hacer nada.
Por el lado de la
ciudadanía, es tan grande nuestra apatía y deshumanización, que no nos conmueve
una muerte inocente más, pues estamos dopados por tanto asesinato y
feminicidio, por tanta violencia de todo tipo. El conductor(a) promedio
juarense juega carreras diariamente contra el reloj laboral disciplinario, de manera egoísta
y en perjuicio de otros conductores y usuarios de las vías. No todos los
carros juarenses son recientes ni están en buenas condiciones; todos los días hay al menos algún carro
descompuesto, así sea por ponchadura de llanta, en algún punto del BJPII, con los inconvenientes y peligros que
conlleva. Como además desde el verano del 2019 se están haciendo pasos elevados
(puentes) para agilizar esa vía, las largas filas y la desesperación por llegar
a casa o trabajo provocan en las y los guiadores, reacciones suicidas con
consecuencias funestas.
El reto del BJPII
es cómo convertir ese elefante blanco en una obra verdaderamente funcional y
segura. No es falta de inteligencia o de profesionales para hacer las cosas
bien; se trata de una cuestión de principios, de escoger entre el dios dinero de la necropolítica o
la vida y seguridad de las y los beneficiarios: la ciudadanía; pero sí esta se niega a interesarse en sí misma por sí misma, entonces, ¿qué hacer?
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lunes, 14 de octubre de 2013
Miedo a la anarquía
Al capitalismo no se le discute, se le destruye.
Buenaventura Durruti
El
Estado mexicano gobernado por el PRI neoliberal y en contubernio con periódicos
de derecha, han encontrado un “nuevo” enemigo en quien depositar y alimentar miedos, odios y amenazas a
la “democracia” mexicana en la figura encapuchada de un “anarquista” anónimo,
agresivo y peligroso que, curiosamente, aparece puntualmente en cada marcha y
mitin desde el primero de diciembre del 2012 (¿?)
¿Por
qué el miedo a la anarquía?
Parafraseando
a Erich Fromm en su libro El
miedo a la libertad (1941)
donde describe psicológicamente el tránsito de la sociedad alemana al nacional
socialismo después de la Primera Guerra Mundial, en estos momentos el miedo a
la anarquía es comparable, pues la sociedad mexicana tiende al autoritarismo
manipulada no por una figura autoritaria y carismática como Hitler, sino por el
retorno del partido de Estado (PRI) como partido fuerte y omnipresente, ahora
en su fase neoliberal, entreguista, traidor y condimentado con fuerte tufo
persignado católico.
Al
igual que el primero de enero de 1994, cuando irrumpe en la escena nacional e
internacional el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) primera
guerrilla posmoderna anarquista, el trato del Estado y su prensa afín es
prácticamente la misma de hoy: descalificación, manipulación y desinformación
para presentar a los subversivos como enemigos del pueblo, como “sediciosos” a
los que hay que eliminar no sin antes haber desprestigiado sus causas de origen
e ideológicas. El Estado mexicano, o mejor dicho, la plutocracia cleptómana que
gobierna el país apoyada en la partidocracia y la curia católica, todos de derecha, al sentirse
amenazados en su modus vivendi,
reaccionan de manera virulenta hacia quienes consideran sus enemigos,
haciéndolos pasar por enemigos del pueblo.
La
anarquía en la prensa negra
Un
verdadero insulto a la memoria de los hermanos Flores Magón es la campaña de
desinformación de periódicos como el Reforma, El Universal o El
Diario de Ciudad Juárez, en
contra del amplio y heterogéneo movimiento anarquista, que no nació hace diez
meses, sino hace siglos. Aparte de asumirse anarquistas, los Flores Magón
ejercían el periodismo libre y comprometido con el pueblo, algo difícil de
encontrar hoy en sus colegas de estos días, pues exige no sólo veracidad, sino
valentía y por lo tanto, peligros. Hoy a periódicos de izquierda como La Jornada, periódicos como los
antes mencionados los descalifican como “poco serios” por que según ellos, no
pueden ser imparciales al declarar abiertamente su postura política, ¿acaso el
lucro capitalista detrás de sus ganancias y editoriales carece de ideología?,
¿qué seriedad acusan los amarillistas El
Gráfico o el P.M.?; ¿los periódicos
de derecha no tienen ideología?
La
cuestión es que existe una campaña de criminalización social y de la protesta
social en contra de algunas variables del anarquismo, como las y los jóvenes punks, en quienes desviar la
atención y hacer olvidar así que quien verdaderamente es violento y abusa de su
poder es el Estado y no al revés. Caso interesante es el de El Diario, pues ya ha
demostrado en sus noticias y reportajes su mentalidad fascistoide en el
desprecio a ciertos actores sociales que no son de su agrado, como los artistas
urbanos o quienes viven de la limosna, pero por otro lado no tocan ni critican
a verdaderas amenazas a la sociedad como los ruteros,
menos aún al narco o a los jefes policiales, a quienes
temen, no se diga a los gobiernos de quienes maman.
Ignorancia
y malicia
Es
obvio el interés cupular por confundir a la ya de por sí despolitizada sociedad
al presentar a todos y todas las anarquistas como violentos y desalmados. Para
crear miedos mintiendo, el PRI es un especialista: compra prensa, infiltra
manifestaciones, encarcela a inocentes, asesina a activistas o firma tratados
internacionales que no cumple, por ejemplo, en DDHH o de protección a las
mujeres. Jamás la derecha ni ningún Estado autoritario (que lo son todos por
patriarcales) te va decir por qué surge la anarquía o el socialismo, pues
significaría asumir su corrupta responsabilidad, pero sí te contagiarán de sus
miedos.
La
malicia antes descrita destapa la ignorancia (real o pretendida) de temas que
no conviene divulgar. Así por ejemplo un(a) anarquista según el Estado y sus
medios, será un vándalo destructor de la paz y no un agente de cambio,
haciéndoles ver ante el público como anómico, caótico y como pretexto para la
represión. Cierto que existen dentro del movimiento anárquico actores y
acciones violentas, pero, esa violencia es incomparable con la del Estado o del
neoliberalismo; no todos los anarquistas optamos por la violencia como método o
bien existen aberraciones tipo los anarcocapitalistas,
defensores de la propiedad privada (sic).
Internet,
el quinto poder
Para
el siglo XXI la lucha por la libertad de expresión se abre en el ciberespacio.
A pesar del espionaje; a pesar de los intentos de censura y a pesar del lucro
económico, el internet brinda la posibilidad de subir, buscar o contrastar la
información. De esta manera no sólo encuentras el famoso anónimo “Manual del
anarquista” sino también su historia de dudosa procedencia. Le buscas un poco
más y te encuentras el software libre o los copyfree y copyleft; a autores
interesantes como Fernando Gil Villa, autor anarko (como él se asume) de la
Universidad de Salamanca o a los ahora célebres Wikileaks de Julian Assange; las y los
internacionalistas Anonymous o al peligrosísimo crítico delstablishment,
Noam Chomsky y no se diga, los testimonios gráficos y literarios de reporteros
activistas, no necesariamente anárquicos.
No se
crea todo lo que dicen los grandes periódicos y medios de comunicación ligados
al Estado. Alto a la campaña mediática anti anarquista. Prensa libre para
Chihuahua, ¡ya!
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jueves, 16 de mayo de 2013
Ciudad anárquica
Breaking The Law
Judas Priest
Hay
un discurso que utiliza el concepto de anarquía
(sin gobierno) como sinónimo de
destrucción y caos. Este discurso proviene no sólo de gobiernos y empresarios,
como es de esperarse, sino también y con frecuencia, de la prensa y la
academia. El concepto más indicado es el
de anomia (sin ley) por lo que sucede
en países como México y ciudades como Juárez, donde la violación a la ley es
una constante, comenzando con la constitución y terminando con los derechos
humanos.
En
ese mundo surrealista oficial, de imágenes de bienestar que ocultan hambrunas y
genocidios, donde todo es normal (los asesinatos diarios, la explotación
sexual, la violencia doméstica) es más fácil distorsionar conceptos que
utilizarlos correctamente, pero a costa de desinformar e influir en un público
tal vez susceptible de manipular; en una sociedad desacostumbrada a pensar por
sí misma. Sociológicamente la anomia es tanto una sociedad sin ley, como una
donde no se respeta la ley. En su aspecto positivo, si hay conciencia
individual y social, la anomia representa la falta de necesidad de vivir
regulado, o bien la rebeldía ante un gobierno o ley tiránica. En su aspecto
negativo (el más usado) indica la degeneración de la ley; la instrumentación
del poder político y económico en paisajes de impunidad, en estructuras
caníbales y autodestructivas.
La
anomia en la época del capitalismo posmoderno del siglo XXI recién iniciado, se
autoproclama magnánima, capaz de aplicarse en el propio país, ciudad o dónde
sea, a través de la industria del miedo y la insatisfacción social perenne,
generando competencia, conflictos de interés y violencia; un moebius de
dominación además individualizante y egoísta. Por eso no ha de entenderse una
situación anómica negativa como algo fortuito solamente, fruto de la ignorancia
o la inexperiencia, sino algo también provocado
por terceros. El “orden y progreso” capitalista neoliberal, para su
supervivencia, hace posible la anomia: corrupción, fraude, despolitización
social, guerras, pobreza y ecocidio, son ejemplos anómicos reales.
Ciudad Juárez, ciudad
anómica
El
neoliberalismo en Ciudad Juárez no sólo tiene que ver con las maquilas, las
transnacionales, los grandes consorcios o las franquicias. El narcotráfico, el
trafico de personas, el contrabando en general, también son capitalistas. Pero
hay otro aspecto más cruel: aniquilar poblaciones enteras para llevar “el
progreso”, como sucede en Lomas de Poleo y el Valle de Juárez, literalmente
eliminadas para convertirlas en
“áreas de desarrollo” económico, proyecto que además apuesta por dividir a
Juárez y finalmente, ¿desaparecerla? No hay complicidad entre gobiernos y
empresarios, por que finalmente son los mismos turnándose en puestos empresariales
y públicos. El caso neoliberal incluye en su versión priista, los siguientes
actores y situaciones:
Ruteros
Después
de los sicarios, los choferes de transporte público o “ruteros” son quienes
causan más muertes violentas en Ciudad Juárez. Son de alguna forma, un brazo
armado del priismo, pues igual transportan votantes y golpeadores en tiempos de
elecciones o ellos mismos se convierten en grupo de choque en cualquier época
del año. Los ruteros hacen y deshacen en las calles juarenses: chocan, atropellan,
amenazan y de paso dan mal servicio, con la aparente complacencia o miedo,
tanto del gobierno, como de la sociedad juarense.
La
policía
La
policía juarense desde siempre ha gozado de mala reputación por hartas
evidencias de abuso cometidas. En la era Teto-Leyzaola, esa impunidad aumenta
hasta llegar a extremos fascistas de limpieza social. Los policías encubiertos,
por ejemplo, que trabajan en famosas licorerías convertidas en superettes,
tienen licencia para matar. Infinidad de personas, desde verdaderos criminales
de profesión hasta muchas personas inocentes, han sido maltratadas, golpeadas y/o
asesinadas en los oficios policiacos. La brutalidad policiaca es aprobada por
las autoridades y de alguna manera apoyada por sectores de la ciudad proclives
al apartheid y otras formas de discriminación. No ha de olvidarse que pese a
las protestas, el empresariado juarense ha apoyado incondicionalmente la
permanencia de Leyzaola.
Obras
viales
Un
préstamo multimillonario de más de dos mil millones de pesos para “mejorar las
vialidades” que el Congreso del estado aprobó al presidente municipal de Ciudad
Juárez (sin consulta previa a la ciudadanía) de repente se pone en acción en
varios puntos de la ciudad, acometiendo como en una guerra, abriendo hoyos aquí
y allá, cerrando calles. De pronto se generaron nuevos empleos, ¿para captar
votos esta temporada y de paso, asegurarse que las/los abstencionistas no
salgan a votar, haciéndoles enojar con tanta falta de planeación urbana?
Destrucción
del centro
El
ahora “Centro Histórico” de Ciudad Juárez, no será el mismo después de las
también impopulares obras de mejoramiento del centro, pues se trata de algo más
que cambiarle radicalmente la fisionomía y peor aún, se desconoce, cómo será el
“progreso” que traerá el nuevo centro, pero el estilo de desalojo es parecido
al de los ya citados, Lomas de Poleo y Valle de Juárez (también se han quemado
y derrumbado casas y asesinado a gente “indeseable”…). Ni las protestas ni los peritajes del INAH
(Instituto Nacional de Antropología e Historia) ni la inconformidad de los
locatarios del centro, nada detiene al neoliberalismo priista.
Privatización
de la cultura
El
embate de la derecha por criminalizar a la sociedad en sus diferentes
manifestaciones (protesta pública, artistas de la calle…) también aboga por
hacer de todo un negocio: un malabarista callejero que no paga impuestos es un
criminal, mientras Sebastián, el escultor de la espantosa “X” (el nuevo
monumento juarense) se lleva varios millones de pesos por una obra que nadie en
Ciudad Juárez pidió, pero la sociedad pagará de sus impuestos. Seguramente se
explotará de manera económica por algún político-empresario para su propio beneficio. El muy manoseado y prometido Centro de
Convenciones se hará, pase lo que pase, en el ahora ex hipódromo y ex galgódromo
y pese a las protestas de vecinos, artistas e intelectuales para convertirlo en
un centro cultural comunitario, no en un centro de espectáculos empresarial
privado. ¿A quién le interesa la cultura? Ciudad Juárez es una de las ciudades
menos lectoras, de un país que no lee.
La
enajenación religiosa.
¿La
sordidez es algo común en el catolicismo? Por la forma como conducen los
asuntos públicos, parece que sí. La pedofilia de muchos sacerdotes, el
encubrimiento de los mismos; el protagonismo político de esta religión por
encima de otras y su predilección por gobiernos de derecha (incluidas las
dictaduras) así como el apoyo de parte de los gobernantes católicos (por
ejemplo, César Duarte en Chihuahua) serían más que motivos suficientes para por
lo menos, una reflexión introspectiva de quienes se asumen como practicantes de
dicha religión y más aún para quienes comprenden y defienden el Estado laico.
La anomia incluye los espacios de lo “sagrado”.
La
desconfianza
La
anomia también es desconfianza. En una situación o espacio donde nadie confía,
no hay paz ni armonía. La simulación se convierte en la cotidianidad, vivir por
vivir, pero sin profundizar en la existencia misma. Desconfianza, miedo,
prejuicios: la enfermedad del patriarcado, base de la violencia estructural
presente en todos los regímenes jerárquicos. La ciudad no confía en los
gobernantes y éstos tampoco confían en la ciudad. Por eso la credibilidad y la
legitimidad del régimen político-económico es cuestionable; la participación
electoral es el mejor termómetro de la desconfianza política, la protesta y la
apatía social.
La
sociedad anárquica es una aspiración, no una realidad. La anomia es la norma de
ciudades como Juárez, Chihuahua o varias otras de México. La ciudad anómica
(título tácitamente verdadero de este texto) es en referencia a la refinación
del capitalismo en su esencia destructiva y caótica, con ayuda del Estado. El
caso de Ciudad Juárez es paradigmático, pues representa muy bien el ideal
avaricioso del capitalismo: destructivo, racional, anómico, machista.
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martes, 5 de febrero de 2013
Ciudad Cárcel, Chihuahua 2013
Por
fin los asesinatos masivos diarios disminuyeron considerablemente, dejando ver
de nuevo la corrupción política-gubernamental de la segunda ola del PRI en su
etapa populista-neoliberal. La ciudad sigue desprendiéndose hacia el
sur-oriente y norponiente, conforme las decisiones del político gobernante en
turno y el grupo que representa imponen. Las y los habitantes de Ciudad Cárcel
se alistan más conscientes a pesar de la doctrina de shock de la “guerra”
antinarco y en corto su reto de sobrevivir se convertirá en el de transformar. Pero
hay pendientes.
¿Cómo y dónde se empleó el dinero del
Subsemun?
El Subsidio para la Seguridad de los
Municipios (Subsemun) es un programa federal que como su nombre lo indica,
aporta dinero al rublo de la seguridad municipal. Aquellos lugares del país
donde la “guerra” contra el narcotráfico ha sido particularmente destructiva y
sangrienta, como Ciudad Cárcel, suelen verse beneficiados mayormente con esta
partida. Sin embargo ¿cómo se empleó o dónde quedó ese dinero? Pues es obvio
que la ciudad no ha visto más “mejora” que una torpe y mal ubicada academia de
policía situada justamente en medio de un espacio cultural y universitario,
como referente directo y de mal gusto del Estado policiaco que vivimos.
El
Estado policiaco y el terrorismo de Estado son reales y suelen notarse en los
tolerados (por la ciudadanía) anticonstitucionales retenes de tránsito
policiacos (antiebrios, engomados ecológicos, “operativos”, “operativos de
rutina”, carros chuecos, …) que no son otra cosa que un constante acoso a la
sociedad bajo cualquier pretexto para recuperar los impuestos que se han dejado
de cobrar por la gran ausencia de gente en los últimos años y que sirven además:
para financiar campañas electorales; para lucrar con el soborno y la extorsión
y, muy importante, como política de
sometimiento cívico a través del miedo y el autoritarismo (convertir ciudadano(a)s
en súbdito(a)s) pues la “democracia” no es otra cosa que la política de cobrar
impuestos para ganar elecciones; para cobrar impuestos, para ganar elecciones;
para cobrar ... Los robos siguen, las extorsiones siguen, la corrupción y los
abusos policiacos siguen. El Estado presume la disminución del volumen de
crímenes, pero la realidad nos indica que seguimos en el mismo camino.
Priistas pavoneados
Así
como la gran perdedora sigue siendo Ciudad Cárcel (insisto, por que sus
habitantes así lo quieren) hay ciertos actores sociopolíticos muy beneficiados
(no sólo los empresarios son los consentidos) se trata de grupos adheridos al
PRI que siguen gozando de una tolerancia casi absoluta, lo cual fomenta que
sigan abusando de su poder. El más representativo de ellos es el de los
ruteros. Mientras los asesinatos del crimen organizado disminuyen, este otro
grupo organizado se ha encargado de ser el protagonista de la nota roja diaria,
causando anomia, atropellos y muerte, protegidos bajo la siglas de la FUTV, la
CTM, la CROC…todas marcas registradas priistas. Ahora que Enrique Peña Nieto
“escribe” en los “grandes” periódicos de Chihuahua, como El Diario, las y los priistas se han de sentir intelectuales.
Feminicidio energizer (sigue y sigue y
sigue…)
La
gran tragedia chihuahuense continúa y los números de mujeres asesinadas sigue
aumentando. El Estado, desvergonzado como siempre, no se atreve a dar la cara y
sólo atina a gastar millones de pesos en publicidad favorable, haciendo de la
política de la invisibilización y el silencio, cuando no la descalificación, su
bandera política hacia las madres, padres, familiares y amigos de las víctimas,
sobre todo si son activistas, ¿cuál otra política tendrían las y los
gobernantes si no fuera la dignidad de resolver o renunciar? Por lo menos
Ciudad Cárcel ya aprendió a protestar: el legado de Marisela Escobedo o la
familia Reyes y muchos más, han hecho salir a las calles a la gente enfrentando
de cara al gobierno cuando éste abusa
o es negligente, lo cual sucede con frecuencia.
2013 olvido, desmemoria y elecciones
Los
últimos años no han sido fáciles. Con la violencia nacional-local y la crisis
económica mundial, la pobreza y el desempleo se dispararon a la par que los
gastos de seguridad en Ciudad Cárcel; sin embargo y por lo mismo, la
disminución de la violencia y el crimen en el 2012, da la pauta para la
esperanza y los buenos deseos. La lenta apertura y reapertura de negocios
parece buena señal y las ganas de atraer la libertad y prosperidad inspiran a
la gente para pensar en un futuro mejor y no muy lejano. Pero hay que echarle
ganas.
No
hay nada mejor que lo que llamamos “realidad” para volver nuestros sentidos a
notar las necesidades y urgencias del entorno donde vivimos; de la vida que
cuidamos. Por delante, sigue estando una barrera que promueve la ignorancia y
la enajenación en nombre de la democracia, de Cristo o de la televisión,
promoviendo “valores” anacrónicos como la familia, la religión y la
fe-obediencia (si duda, consulte sobre la ideología y propaganda de las
dictaduras fascistas latinoamericanas y española del siglo XX, hay mucho
material en internet). Si como dicen los mayas, estamos empezando un nuevo
ciclo, entonces hemos de asumirnos como personas del siglo XXI y cortar con el
pasado que conocemos y no nos favorece. Es mucha responsabilidad pero, hay que
seguir viviendo y vivir significa crear, transformar. Desde Ciudad Cárcel,
Chihuahua, a 19 de enero del 2013.
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