sábado, 19 de diciembre de 2009

Navidad fascista a la mexicana






No presents for Christmas
Mercyful Fate

Abramos los ojos, los oídos, los sentidos y el sexo a la realidad.

Se anuncia la muerte de uno de los capos mexicanos con pompa y platillo a la vez que se avisa un aumento de la violencia como consecuencia de esa guerra absurda contra el narco; mientras Calderón distrae la atención con su reforma política electoral y el mundo se juega la vida en Copenhagen, si los intereses económicos de los países ricos siguen ofreciendo resistencia a controlar el daño ambiental que generan y los países pobres (o mejor dicho, empobrecidos) lo  seguimos pagando con hambre, enfermedades, deforestación y muerte.

El fascismo hace gala de la propaganda y se vale de todos los medios posibles, sobre todo los masivos, para desinformar o enviar mensajes directos o subliminales de acuerdo a sus intereses.  No es de extrañar el papel que juegan las televisoras, por ejemplo, através de sus noticieros e intelectuales, en la articulación de una realidad construida en base a la línea del empresario, político o gobernante a beneficiar.

El fascismo simpatiza con las jerarquías bien verticales, militares; alaba el orden y la obediencia a través del miedo y la recompensa; el y la fascista disfrutan que le llamen señor(a) licenciado(a) patrón(a) pero también necesita que le digan qué hacer cuando es subordinado, porque es incapaz de tener ideas originales, por eso busca líderes a quiénes seguir e imitar.

El fascismo es intolerante con la crítica y beligerante con sus enemigos, pues justifica la violencia en todas sus formas, como bien puede atestiguar cualquier skinhead racista o empresario fresa pro yanqui. El fascismo a la mexicana se parece más al franquismo español, mezcla de nacionalismo y catolicismo, pero sin el nacionalismo, cuyo objetivo es cogobernar bajo los valores (sic) católicos en un ambiente patriarcal de rigidez sexual, económica e intelectual, sin libertades ni opciones.

La denuncia anónima, el control estadístico de los datos (cédula de identidad) el control de los medios de producción, la censura a los medios informativos  y la persecución de activistas sociales son sinónimos del Estado fascista (policiaco). El fascista es fanático, por eso es difícil llegar a acuerdos con él, porque busca imponer o ganar, no compartir, sino demostrar su fuerza y poder.

La democracia electoral, burguesa o de derecha, hace posible abrirle las puertas a partidos con ideologías fascistas, como son todos aquellos con características  semejantes a las aquí señaladas. La cultura capitalista es propicia para la fascistización de la sociedad, pues fomenta la enajenación de la violencia, la pasividad ciudadana, la fantasía religiosa y la despolitización; impone lo que ha de verse, oírse, comerse, vestirse, estudiarse, creerse. El fetiche fascista por excelencia es el uniforme militar.

Las casas de Ciudad Juárez lucen tristes esta Navidad. Pocas son las lucecitas, pinos y santocloses que las adornan. Las almas de los homicidios y feminicidios recorren la ciudad demandando auxilio, justicia, ¿las oyen?, ¿las alcanzan a ver?; los puentes están atestados en el éxodo a la fantasía que significa El Paso y los aguinaldos. El invierno nos llegó frío, pero ya no nos hiela; el miedo congela la sangre y esa especie de nihilismo sarcástico invade nuestros cuerpos y mentes jugando a ser dioses, a atinar por dónde viene el próximo golpe mientras vemos cómo el círculo se cierra más y más.

Para quienes no viven en esta frontera tal vez les sea difícil entender lo que está sucediéndonos. Tal vez ni los residentes de Juárez comprendemos la magnitud de lo que estamos viviendo. Lo que sí sabemos es que no podemos seguir tolerando un año más de guerra, de muerte y de destrucción de la economía, un año más con gobiernos anómicos.

¿Anomia o anarquía? Hablando de gobierno, es común cómo por ignorancia o intencionalmente, mucha gente (incluidos científicos, intelectuales y editorialistas) suelen confundir la anomia con la anarquía. La primera tiene una connotación negativa y se relaciona con la ausencia de leyes o la violación a las mismas, mientras la segunda tiene una connotación positiva y significa una sociedad ácrata, sin gobierno. La anomia es síntoma de enajenación, vandalismo y desmadre, la anarquía de consciencia para sí (individual, social, ecológica y cósmica) y es más bien una sociedad a la que aspiramos ser, pues todavía somos muy egoístas.

Ejemplos de la anomia es la propia Ciudad Juárez o México como país, pues aquí las leyes no se respetan, los gobernantes no gobiernan y los políticos no representan los intereses de la sociedad; se toman decisiones políticas y económicas sin consulta ciudadana y aun en perjuicio de la ciudadanía; ah y todo en nombre de la democracia y dios.

Por parte de la sociedad, claro que también hay anomia, pues si tenemos el ejemplo viviente, pero como el Estado se encarga de señalarnos con su dedo recriminador nuestros errores, mejor menciono ejemplos de reacciones anarquistas desde la sociedad: cuando se va la luz de los semáforos y las y los automovilistas hacen turnos para cruzar; cuando a pesar de la guerra y del desgorbierno seguimos trabajando (la ciudad no deja de moverse) cuando la sociedad anónima sale a las calles a manifestarse o cuando se dejan de lado las diferencias y se hace comunidad con autonomía, como en los territorios zapatistas. En una sociedad anarquista se puede vivir sin gobierno (sin una burocracia o clase política) pero no sin acuerdos (leyes). 

La anarquía, el socialismo, el comunismo y el humanismo son antítesis del fascismo.

martes, 15 de diciembre de 2009

No solución a la violencia, no elecciones en 2010

Dark Entries
Bauhaus

En las actuales circunstancias de violencia extrema y crisis económica (léase Estado de excepción) en el estado de Chihuahua, no es posible realizar procesos electorales, ni ética ni moralmente posible, pues sería una contradicción, una simulación de que las cosas andan bien.

Si el Estado insiste en llevarlas a cabo, de todos modos no tendrán legitimidad, ni representación; votar en Chihuahua, desde hace varios años, es un ejercicio de militantes partidistas, simpatizantes, clientelas y uno que otro despistado. De llevarse al cabo estas elecciones absurdas en esta situación caótica, ¿quién va a salir a votar?, ¿cuál será la cantidad de votos que obtenga el vencedor? Y no menos importante, ¿a quién o con quién(es) va a gobernar?, ¿se puede gobernar Chihuahua?

Por más que la ciudadanía queremos estar al margen de las campañas políticas, éstas cada vez son más anticipadas, cínicas, vulgares, despilfarradoras y tramposas, a pesar de un IFE, de un IEE o un TRIFE, ¿qué está pasando? hoy vemos el desfile de figuras políticas más bien incómodas que dan vergüenza ajena a todos menos a los empresarios que los imponen y a los lambiscones que los apoyan, ¿o a poco creen que la gente no se da cuenta?, ¿o sencillamente les vale?

Estos no son tiempos de mesías ni hombres fuertes, mucho menos para el tipo de “líderes” neoliberales que nos ofrecen los partidos, principalmente el PRI y el PAN, cuyos discursos no trascienden el de las inversiones en negocios y “más empleos” ¿y la violencia? Bien gracias. Para empezar este problema no lo va a solucionar un solo político o partido, eso es estúpido, menos si no cuenta con las simpatías de la sociedad.

Lo que nos están diciendo a la sociedad los políticos y empresarios con esta clase de actitudes es que ya hay algún arreglo a expensas de la sociedad y más allá de lo que opine ésta, de ahí que desde ya estén rompiendo las leyes electorales; por eso mismo no es posible seguir cruzados de brazos mientras vemos cómo los políticos se mueven en la mierda de siempre mientras como sociedad vamos cayendo lentamente en las garras de la delincuencia, de la violencia, el miedo y la muerte. En Chihuahua no se puede hablar de elecciones (menos de elecciones limpias) mientras no solucionemos nuestra situación de seguridad, así de simple.

Ahora, con qué cuenta la sociedad para defenderse de un Estado que no sólo no la atiende sino que la persigue bajo el pretexto de la sospecha (criminalización de la sociedad/violencia de Estado) una primera respuesta es la movilización. La marchas, plantones, pintas y demás son importantes, aunque no suficientes. La organización social también debe contar con grupos de apoyo externos (nacionales y extranjeros) organización territorial, comunicación en red, prensa libre, comités de seguridad y capacidad de convocatoria.

Pero si nos encontramos en ciudades individualistas como Juárez, la misión se hace difícil por el gran trabajo de décadas de despolitización social capitalista y neoliberal del Estado mexicano, profundamente enraizado en la frontera. Por esa razón tenemos un arma letal resultante de esta despolitización: el abstencionismo. Si entre siete u ocho de cada diez electores juarenses no acuden a votar, más las y los anulistas, es más fácil convencer a alguien a no votar o a anular su voto antes que invitarlo a votar.

Para el caso, se requiere conformar lo antes posible un consejo ciudadano, compuesto por ciudadanos apartidistas, representantes de los distintos barrios y fraccionamientos, así como de los gremios y asociaciones civiles existentes. A este tipo de acciones se le llama democracia participativa o directa y hay ya experiencias exitosas en el mundo (chequen el libro Democratizar la democracia, FCE, 2004, de Boaventura de Souza Santos) de lugares conflictuados incluso por la guerra, como Angola o Colombia (nada que ver con el Plan Colombia) donde es posible otro tipo de sociedad.

También es urgentemente necesario poner sobre la mesa la legalización de las drogas y todo lo referente al desarrollo social, así como el regreso de la milicia a los cuartes, pues son paso obligado para empezar a detener la guerra. En realidad es una coyuntura ideal para la sociedad porque es el Estado quien está en crisis, no la sociedad, aunque sea la gente la que la sufrimos, de ahí la importancia de imponer la agenda desde la sociedad antes de esperar soluciones que no van a salir de políticos acéfalos e insufribles que no saben ni hablar.

Las enormes cantidades de dinero dispuestas pera el buen desarrollo electoral, así como los bonos discrecionales de buena parte de la clase política bien pueden financiar un consejo ciudadano permanente en estos tiempos de crisis pero, considerando el egoísmo político que a todo recortan presupuesto menos a sus bolsillos e intereses, no podemos esperar gran cosa.

La sociedad tenemos recursos para sobrevivir estos tiempos difíciles, no los desperdiciemos,

¡No soluciones, No elecciones!

lunes, 14 de diciembre de 2009

Segundo Foro de Resistencia en Lomas de Poleo (01/12/07)

Estas fotos son parte del evento que se llevó a cabo hace poco más de dos años, de una lucha que lleva muchícimos años más, en la colonia Granjas Lomas del Poleo, en la periferia norponiente de Ciudad Juárez, una zona codiciada por los grandes empresarios locales que ha cobrado varias vidas e innumerables hechos violentos contra sus habitantes, con la tolerancia de las autoridades municipales, estatales y federales al servicio de sus amos empresariales. (los carteles fueron iniciativa de las y los compas maestros del Resssiste y son exhibidos con permiso del autor, profesor Fernando Illich)



En la imagen de arriba pueden notar los grupos de choque que "casualmente" se organizaron ese día para impedir el evento

De todos modos lo hicimos...





Como se puede notar, en ninguna foto aparece algún polícia, pefepo o soldado que vigilara u observara la protección de las y los asistentes; desde entonces sabíamos que el Estado es cómplice de la anomia y desprotege a su ciudadanía en beneficio de otros intereses ($$$).
¿Qué opinan?