miércoles, 12 de mayo de 2010

Doce razones para revocar a Calderón



Los días 22, 23 y 24 de mayo del 2010 se celebrará la Consulta Nacional para la Revocación de Felipe Calderón como presidente (sic) de México. Para muchas personas hay suficientes motivos para hacerlo, pero para muchas otras no; con el deseo de coadyuvar en la comprensión de la magnitud de problema que representa para la nación el actual presidente, aquí doce razones:

1.- Presidente Ilegítimo (espurio). Para nadie es secreto que Calderón llegó por vía fraudulenta al poder en el 2006. La sola sospecha de fraude tendría que ser suficiente para separar de su cargo a cualquier político en cualquier momento para enfrentar un juicio político, pero como nunca es el caso, entonces se requiere presionar desde la sociedad civil para obtener justicia.

2.- Hombre violento (incapacidad para mandar o gobernar). En teoría un gobierno democrático tendría a los mejores hombres y mujeres al frente; tampoco es el caso. Quien saca al ejército a las calles sin consultar con nadie, provocando Estados de excepción y violando las garantías individuales, es en realidad un peligro para México. Habría que hacerle también un examen psicológico y de honestidad (detector de mentiras) a él y a todos los políticos y aspirantes, a ver si están mental y emocionalmente capacitados para “gobernar”.

3.- Entreguista-peligro para la soberanía nacional. Aunque este es un síntoma de todos los presidentes neoliberales (de Salinas para acá) conforme avanza el tiempo el entreguismo presidencial se vuelve descarado. Inspirados en el neoliberalismo y tal vez en el interés personal (los presidentes neoliberales tienen relación o terminan de empleados del capitalismo global) Calderón sigue esta tradición vendiendo el país a las transnacionales (Pemex para los españoles y norteamericanos) comprometiendo la seguridad nacional y la droga a los gringos (Plan Mérida) y alineándose a las políticas del FMI, BM y OCDE de manera acrítica.

4.- No escucha razones: criminaliza y toma decisiones unilaterales. Como consecuencia del malestar y miedo que representa el peligro de la “guerra contra el narcotráfico”, la sociedad mexicana se manifiesta contra el hecho, pero esto sólo ha servido para la criminalización de la protesta social y el desacato de recomendaciones de organismos nacionales e internacionales, sobre todo de derechos humanos. Calderón confronta y agrede a la nación en vez de unirla.

5.- Le pagamos su sueldo y lo legitimamos. A final de cuentas es un empleado de los mexicanos(as) y nos tiene que rendir cuentas claras, ¿por qué habríamos de seguir pagando por un servicio malo de un empleado déspota que ni siquiera goza de respaldo social?
6.- Presidente débil, se apoya en las armas. Un presidente legítimo no necesita de un ejército para cuidarse. La militarización de la vida cotidiana tampoco es democracia y refleja la debilidad del régimen; un gobernante sin apoyo popular no es garantía de seguridad nacional.

7.- Persona mentirosa: no cumple lo que promete. Como buen político, Calderón ofreció promesas de campaña incumplibles (presidente del empleo, la eliminación de la tenencia vehicular…) igual con el asunto de la “guerra contra el narco” (nadie se lo solicitó) igual con la tan anunciada ayuda a Ciudad Juárez (el burocrático, insensible, lento y electorero Todos somos Juárez) el engaño está presente de una u otra forma; no es de confiar.

8.- Para detener el derramamiento de sangre. Es urgente detener la militarización del país y el Estado policiaco. Este camino lleva a la privatización de la guerra (como industria económica de empresas bélicas transnacionales) so pretexto de la guerra contra el crimen organizado. Si realmente se quiere dar la “guerra” contra las drogas, se requiere de otro tipo de políticas (legalizar la droga, campañas de prevención de adicciones, clínicas de rehabilitación…) no haciendo progresar el consumo y la industria con el precio de la muerte.
9.- Para convocar a un gran diálogo nacional. Calderón ayudaría a unirnos contra la incongruencia de vivir en un país empobrecido e idiotizado por su clase dirigente. Puede ser la oportunidad de establecer nuevas formas de interrelación e interacción social y el inicio de nuevas formas de organización sociopolítica (democracia participativa) y económica todo en beneficio de México.

10.- Para detener y defendernos del neoliberalismo depredador-conservador. Las reformas laborales antiobreras y pro-empresariales del secretario Lozano, la impunidad de los casos San Salvador Atenco, Oaxaca, Guarderías ABC, entre otras; el desmantelamiento de Pemex y la arbitraria extinción de Luz y Fuerza, el alineamiento sumiso hacia Estados Unidos…el sometimiento a una ideología económica agotada como es el neoliberalismo capitalista no augura un buen futuro.

11.- Para entablar otro tipo de relación con EUA, Latinoamérica y el mundo. Defender la bandera del neoliberalismo global, así como los intereses de Estados Unidos en la región, nos ha hecho ver mundialmente como una nación lacaya sin prestigio internacional. Urge recuperar la dignidad, la autonomía, la libertad e independencia: nos hundimos en un modelo económico decadente y nos alejamos en los mismos parámetros recuperables de la experiencia sudamericana actual.

12.- Para que sirva de ejemplo a los demás políticos y partidos. Que sea un mensaje muy claro: ya no pueden hacer lo que se les dé la gana, el pueblo gobierna. Las relaciones entre partidos y políticos nos muestran alianzas obscenas donde Calderón brinda el ejemplo con Elba Esther Gordillo y el SNTE; con el PRI de Beatriz Paredes, Ulises Ruiz y Mario Marín; con el PRD de Jesús Ortega; con los grandes empresarios nacionales y transnacionales y, lo que parece ser un secreto a voces, con el cártel del Chapo Guzmán.


NO SOLUCIONES, NO ELECCIONES

Revolución MMX