lunes, 9 de enero de 2017

República de chairos


República de chairos
Carlos Murillo González


El inicio del 2017, con el aumento a la gasolina en México, ha provocado un escenario inusitado de protestas a lo largo y ancho del país con una sociedad harta de los abusos del poder político. El “gasolinazo” es la gota que derrama el vaso de la cada vez más insoportable situación económica y política de un régimen sumido en la cerrazón y totalmente separado de la realidad e intereses de la nación.  

La clase política se ha esforzado insensiblemente por irritar sin cansancio al pueblo mexicano de múltiples formas, pensando quizá en el profundo letargo de una sociedad despolitizada, enajenada y dividida que le permite hasta el momento, seguir despojándola de derechos y riquezas. Eso puede cambiar si se logra unir a todos los movimientos, frentes y luchas no sólo para revertir el gasolinazo, sino para recuperar el país que se ha robado el neoliberalismo a través de los partidos políticos y las élites económicas.
     
República de mirreyes

Los mirreyes son producto de la decadencia de las élites. Cobijados por el poder y la impunidad, estos juniors, frecuentes protagonistas de excesos de todo tipo (por ejemplo, ¿recuerdan a Los Porkys violadores de Veracruz?) hijos de políticos y empresarios (aunque no necesariamente) son las ladies y lores de los escándalos, famosos por sus actitudes prepotentes y su mentalidad clasista, ven con desprecio a la mayoría de las y los mexicanos y no dudan en discriminar a quienes no gozan de sus privilegios (ejemplo: los twits de las hijas de Peña Nieto).

Esta generación de inútiles, donde fácilmente podemos ubicar al presidente de la república y su gabinete son, desgraciadamente por que así se los hemos permitido, quienes conducen el destino del país. Las y los mirreyes están en todas partes y sobre todo en puestos políticos claves: gobernadores, legisladores, presidentes de partidos, regidurías…pero son enemigos de la nación; un obstáculo para la plena realización de la sociedad: corruptos, frívolos, megalómanos; su tiranía genera violencia y su avaricia está entregando nuestros recursos naturales a las transnacionales. En suma son el reflejo del precipicio que la sociedad mexicana quiere evitar.       

República de chairos

Chairo comenzó siendo un término despectivo para denominar a cualquier joven en busca de asumir una identidad de izquierda. Presuntamente por tomarla como una moda snobista, sin compromiso verdadero con alguna causa justa, las y los chairos se convirtieron rápidamente en sinónimo de poser, es decir, en personas sin ningún interés genuino, más bien pasajero, por la protesta social, ni imaginación para ofrecer alternativas de vida más allá de usar parafernalia socialista o anarquista, como las camisetas del "Che" Guevara, por ejemplo.

Si bien el término vino a diferenciar a activistas comprometidos(as) serios de oportunistas o curiosos ansiosos de tomarse selfies en las marchas para subir al Facebook, el chairo está tomando auge para identificar en general a todo aquel/aquella persona que hace uso de su derecho a protestar, quejarse o criticar al gobierno, sin duda como una táctica de la derecha y de grupos o personas conservadoras clasistas para demeritar expresiones genuinas; sin embargo y por esta reacción virulenta, muchos activistas se asumen ya como chairos con orgullo en contraposición al discurso que los deslegitima.

Movimiento pacífico

La lucha contra el gasolinazo es entonces una lucha de clases donde quienes protestamos, las y los chairos, nos enfrentamos a las políticas de privilegios de las y los mirreyes que no quieren abandonar. Así como hay chairos(as) con doctorado, hay mirreyes (o mirreinas) sin estudios. Mientras el movimiento social en contra del gasolinazo (y antes en contra de las reformas peñistas) se presenta pacífico, la reacción del régimen es violenta.

¿Y por qué la respuesta del Estado mexicano es violenta? Por que no tienen argumentos. La tiranía de los mirreyes ha escogido fortalecer el Estado policiaco y militar desde el sexenio de Vicente Fox para reprimir las protestas sociales de cualquier índole. Ayotzinapa y Atenco son ejemplos elocuentes al respecto. Por eso buscan pretextos para sacar el ejército a las calles, como lo hace ya la gendarmería y la Policía Federal, por lo que podemos presumir que Peña Nieto y su pandilla tienen miedo.   

Antes que tome posesión Trump

Es importante aumentar las presiones para exigir la renuncia de EPN e ir desmantelando las reformas retrógradas de su gobierno. Si cae Peña Nieto será más fácil llevar a la justicia a los Duarte, a los Moreira y a tantos otros traidores saqueadores de la nación. Entre más rápido mejor, pues se avecinan más peligros con  la asunción de Donald Trump el 20 de enero a la presidencia de los EEUU y corremos muchos riesgos con el entreguismo y torpeza de Peña. 

Si pensamos más allá de revertir el aumento a la gasolina y sacamos a Peña (quien por cierto, también merece un juicio popular por traición a la patria) convocando más que a nuevas elecciones, a un nuevo México empoderado por su gente y no por las élites político-económicas, tendremos más posibilidades de enfrentar en mejores condiciones los siguientes embates del imperio estadounidense en manos del racista Trump.


¿Qué prefieres, república de chairos o república de mirreyes?