sábado, 3 de noviembre de 2012

¿Orgasmo o miedo al placer? El legado sociológico de Wilhelm Reich (1897-1957)

(foto tomada de www.artflakes.com/en/products/wilhelm-reich)


La estructura del carácter es la cristalización
de un proceso sociológico de una determinada época
Wilhelm Reich


¡Cuándo y cómo fue su último orgasmo? Si la pregunta le incomoda, probablemente tenga que ver con el eficaz método de control social vigente en nuestra cultura y sociedad actual: el tabú de la sexualidad. Wilhelm Reich (WR) científico austrohúngaro y su escuela, siguen demostrando la importancia de la energía sexual como última frontera antes de experimentar la libertad total: salud, relaciones sociales, sexuales, autonomía política, económica; consciencia, inteligencia, en fin.

WR es definitivamente uno de los grandes genios olvidados del siglo XX, cuya obra bibliográfica, echada a la hoguera tanto en la Alemania nazi, como en los Estados Unidos macartista, fue insuficiente para detener el legado de sus descubrimientos. Hombre polémico, discípulo de Freud y en algún tiempo socialista, fue expulsado de ambos círculos por sus teorías sexuales, bastante radicales para la época. Sus contribuciones alcanzan varias ciencias (psicología, medicina, sociología, biología, pedagogía) y tan sólo en la psicología influyó fuertemente en reconocidas escuelas terapéuticas, como la terapia bioenergética de Alexander Lowen; la terapia Gestalt de Fritz Perls o la terapia anarquista de Roberto Freire.

Dentro de su amplia y variada obra, es fundamental comprender primero, su interés en la sexualidad humana, que lo llevaría a estudiar psicoanálisis con Sigmund Freud en Viena y luego, a partir de la profundización de sus estudios en la libido (orgón) no sólo como una energía sexual intrínseca al ser humano, sino como una energía latente en la vida y el cosmos, una energía universal, lo que lo llevaría a distanciarse de Freud y sus escuela, al considerar al psicoanálisis más favorable a la adaptación del paciente a la realidad (visión burguesa) en vez de la transformación de la realidad para contrarrestar la incidencia de la neurosis y otros desórdenes psicosociales, coincidiendo esta idea con su etapa marxista, desarrollando toda un teoría a partir de sus investigaciones sobre el carácter, la función del orgasmo y la teoría de la economía sexual.

En La función del orgasmo (1927) Análisis del carácter (1933) y Psicología de masas del fascismo (1933) se encuentran ya las bases de su teoría de la economía sexual para entender desde la represión sexual introyectada en el cuerpo y la personalidad de la persona enferma, hasta las forma de manipulación política de control social impuestas desde el Estado, la escuela, la religión, la moral y la cultura patriarcal. WR expone en La función del orgasmo “Estoy convencido de que la sexualidad es el centro alrededor del que gira tanto la vida social, como la vida interior del individuo”. La salud física y psíquica, así como la armonía de las relaciones sociales depende pues, de lo que Reich llama potencia orgiástica.

Desde la llegada del patriarcado como forma de organización social y centro de poder, la humanidad vive sometida a un largo periodo milenario de represión sexual; reglas que influyen en su comportamiento y salud hacia la infelicidad, teniendo que adaptarse y sobrevivir construyendo “corazas” psicológicas o carácter (lo que hoy llamamos “mecanismos de defensa”) para enfrentar esa realidad hostil, adquiriendo un miedo al placer, la vida o la autoridad. Intentar liberarse del placer sin conocerlo, puede convertirse en su condena; el/la que busca o se aleja del placer (la vida) puede terminar esclavo de ella, pero en un sentido enajenante. Así, el hombre y la mujer contemporánea se ven obligados a sublimar o reprimir su sexualidad desde temprana edad (si es que no abusados) siendo proclives a muchas enfermedades, desviaciones sociales, sexuales y políticas, pues no desarrollan una vida sexual ni plena ni estimulante y en cambio sí, una vida de insatisfacción, vacía o conflictiva, justo lo más común en las sociedades burguesas contemporáneas.

WR hizo descubrimientos importantes dentro de otras áreas de la ciencia, como la biología y la física, incorporando sus hallazgos en laboratorio sobre los biones y el principio de la vida. Gracias a estos descubrimientos pudo avanzar hacia la comprensión de enfermedades como el cáncer, por ejemplo, a través de lo que vio como un principio universal en la naturaleza (carga-tensión-distención-relajación) y que denominó como energía orgónica u orgón, síntesis de organismo y orgasmo. Reich descubrió este principio vital presente en todos los seres vivos, muy semejante a lo que otras culturas han denominado por siglos como Chi o Prana. Esta energía gratuita pudo ser finalmente puesta a servicio de la humanidad a partir de la creación de aparatos como el revitalizador acumulador de energía orgónica (ACOR) o el Cloudbuster (cazanubes) para atraer lluvia.

Después de vivir en varios países europeos, llega a Estados Unidos justo cuando empezaba la Segunda Guerra Mundial, tan sólo para morir de un paro cardiaco el 3 de noviembre de 1957, perseguido y acusado injustamente por la Food and Drug Administration (FDA) un día antes de cumplir una condena en la cárcel por supuesta falsedad en sus investigaciones e inventos; sus libros no sólo fueron prohibidos, también fueron quemados, sus aparatos destruidos y sus laboratorios clausurados en el “país de la libertad”. Su legado sin embargo, traspasa la barrera de la censura y el tiempo y su obra sigue siendo fundamental para comprender y resolver la enfermedad del siglo XXI, que es la misma que el siglo XX y los siglos predecesores: el patriarcado.


















lunes, 29 de octubre de 2012

Ruteros asesinos. De Ciudad Juárez con amor




El transporte público es otro espacio político-económico monopolizado por sindicatos afines al PRI, grupos anómicos que gozan de impunidad. Esa es la razón por la cual siguen siendo los principales causantes de accidentes, muchos de ellos fatales, sin que el Estado pueda (o quiera) someterlos a la ley.

Transportistas de la CTM, FUTV, CROC…todos están cortados con la misma tijera: unidades y choferes sucios, groseros, acelerados, con la más mínima educación y cero capacitación o entrenamiento. Viajar en camión, en la rula, significa música popular mexicana a todo volumen, incluidos los narcocorridos, indiferencia y/o prepotencia del chofer, competencia entre ruteros a altas velocidades y sin precaución, con poca cautela y respeto tanto al usuario transportado, como al que usa las calles. Dejar en manos de dichos y peligrosos personajes, no sólo el llegar a tiempo, sino la propia integridad física, es un deporte extremo en Juárez, aunque no se sea usuario.

Cualquier intento de democratización de estos sindicatos han ido directamente al fracaso. Son una fuerza considerable, a parte de troglodita, no sólo para ganar elecciones, también para amedrentar a “grupos rivales” (competencia) y en el presente caso, de secuestrar las vialidades impunemente sin visos de arrepentimiento. Por eso no es de extrañar que los diputados y senadores salidos de estos grupos de poder, sean los más reaccionarios a los intentos de la actual reforma constitucional al trabajo de ser transparentes, pues va contra su cultura y modus operandi.

Según datos del Observatorio de Seguridad y Convivencia Ciudadana del Municipio de Juárez, en el 2011 hubo 4,473 incidentes viales, con una tasa de lesionados por cada 100 mil habitantes de 165.3 con un promedio de 13.77 (14 personas por cada 100 mil habitantes) y con una tasa de lesionados de 49.2 por cada 100 incidentes,  mientras que de enero a junio del 2012, lleva una tasa de lesionados de 14.88 (15 personas u 88.9 total) y una tasa de lesionados de 47.9 en 2,470 incidentes. La tendencia no sólo es alta sino a la alza. Ver: http://observatoriodejuarez.org/dnn/Estadisticas/IncidentesdeTránsito.aspx

Aunque no hay disponibles al público estadísticas de este tipo de incidencias que señalen o distingan a los ruteros, según una entrevista con el jefe de transporte de la región, Jesús Manuel García Reyes,  al 18 de octubre del presente año, 314 choferes de transporte público (de pasajeros) han participado en “accidentes de tránsito conduciendo su unidad, de los cuales 225 resultaron con responsabilidad.” Ver:

Para dar una idea de la desazón con la que laboran dichas personas, unos cuantos ejemplos de notas periodísticas de los últimos días: “Un rutero que atropelló a dos mujeres y mató a una de ellas en la zona centro, mientras jugaba carreras con otro conductor, fue presentado ayer frente a un juez de Garantía” http://www.nortedigital.mx/article.php?id=25104  Otra: “Choque entre ruteras deja 20 lesionados http://www.larednoticias.com/noticias.cfm?n=90346  y la más reciente, del lunes 29 de octubre: “Muere hombre atropellado por rutera en la zona centro”. http://arrobajuarez.com/notas.php?IDNOTA=28132&IDSECCION=Portada&IDREPORTERO=De%20la%20Redacci%F3n

Mientras los retenes “anti-ebrios” para automovilistas se instalan impunemente en las calles violando la Constitución por parte de agentes de tránsito municipales, con afán sobre todo recaudatorio y arbitrario, para con los ruteros hay condescendencia y tolerancia, quedando todo siempre en futuras sanciones como, retirarles concesiones de ruta. Los gobiernos, así sean emanados del PRI, no pueden con los ruteros, aunque el negocio de la “concesión de rutas” está sujeto a los permisos municipales, lo cual se presta a sospechas de corrupción.

En un trabajo del sociólogo Luis Manuel Lara,  “La despersonalización de responsabilidades en el caso del transporte público de Ciudad Juárez,” expone la gravedad del problema, aun sin hacer énfasis en las incidencias mortales. Según Lara el ruteo, tanto en unidades y choferes como en servicio, no cumple con los requisitos mínimos de calidad y peor aún, nadie, o muy pocos, están contentos con el servicio; todos se echan la bolita (autoridades, concesionarios, choferes, usuarios) pero de todas maneras la sociedad es la que sigue teniendo desde hace décadas un pésimo servicio, que puede incluso costarle la vida. Ver:

La intocabilidad del gremio de ruteros es un ejemplo de anomia desarrollado por la forma autoritaria del Estado priista, que reprime a sus críticos, pero tolera a sus agremiados así sean delincuentes. Lo malo es que este grupo de poder en particular tiene secuestradas las calles y no tiene para cuando cambiar para bien. En el imaginario colectivo juarense, las ruteras son más que responsables de la inseguridad vial; pero es un mal necesario al que no pueden renunciar, pues la ciudad, mal planeada, insegura y gobernada por empresarios insensibles y cómplices, es incapaz de poner orden a esta horda de personas poco solidarias y egoístas, como suelen ser los agremiados a los sindicatos charros ruteros. 






  

El marqués de Juárez Ensayo sobre el Capitalismo Gore, de Sayak Valencia