Chef Maquiavelo
Recetario
Presenta:
De cómo los gobiernos devienen
déspotas, la gente idiota y la sociedad anómica
Esta
es una receta inventada de acuerdo a los
gustos de Nicolás Maquiavelo, si este fuera chef y contemporáneo del siglo
XXI; para entender cómo funcionan las sociedades pre y pos modernas actuales.
Ingredientes:
1
(una) sociedad previamente despolitizada y enajenada. No importa el tamaño,
puede ser una ciudad, un estado o un país.
1
(un) gobierno autoritario y corrupto.
1 ó
más medios de información aliados o corruptos.
1 (una)
religión de masas o en su defecto, varias que hagan la función.
Empresarios
al gusto.
Además se va a necesitar:
Un
sistema económico que proteja los intereses de las élites, preferentemente
neoliberalismo, pero puede usar también cualquier otro sistema capitalista.
Preparación:
Alimente
a su sociedad con comida chatarra previamente publicitada y legitimada por la
televisión. Rocíe muy bien las mentes de las personas con desinformación y
condicione sus gustos desde la niñez con entretenimiento enajenante de acuerdo
a sus intereses. Haga alianzas con la(s) iglesia(s) y empresarios para
completar la enajenación de las mentes con ideas dogmáticas y adhiera muy bien
con la enajenación económica del consumismo y la pobreza previamente
establecida. Muy importante:
revuelva muy bien estos ingredientes de tal manera que confunda a la sociedad y
ésta la interprete como la realidad.
Establezca
instituciones y organismos de moda como partidos, elecciones, Derechos Humanos,
etcétera. Dé la impresión de que se vive en una democracia (no importa que la
gente no sepa, de eso se trata) y utilice los medios de comunicación para
bombardear con mensajes sobre la obra de gobierno. Mientras publicita obra
puede desviar recursos para su propio beneficio o sus socios. No permita la
prensa libre; ante cualquier información verídica y persistente, no dude en
utilizar cualquiera de las formas de disuasión conocidas (amenazas, robo, censura,
atentados…).
Lentamente
conceda algunas exigencias sociales, como escuelas o parques (de todos modos es
su obligación) pero sin soltar la parte ideológica. Haga o rechace reformas de
todo tipo sin consultas públicas y procure tener en armonía y contentos a sus
socios empresarios y religiosos. No escatime recursos en imagen, viajes, lujos,
publicidad, sobornos,… todo es permitido.
Por
si acaso, mantenga siempre una buena porción de personas adictas a usted y su
grupo de poder, así como una partida de dinero en caso de que requiera comprar
voluntades, si llegará a faltarle sociedad, por efecto de alguna represión a
algún movimiento social, por emigración o por la misma despolitización y apatía.
Puede inyectar un poco de miedo, pero siempre en raciones controlables, pues mucha
cantidad de miedo puede resultar contraproducente.
Tenga
cuidado de no agregar ingredientes no incluidos en la receta, como el
narcotráfico o gobiernos extranjeros, pues podría perder no sólo el gobierno,
sino también su vida o su libertad.
Y listo:
Si
sigue estas sencillas instrucciones, ya tiene una sociedad dócil, a modo,
engañada, apática y fácilmente manipulable. Con esta receta puede hacer lo que
quiera: enriquecerse (lo más común) pero también puede darle rienda suelta a
sus deseos y pasiones; por ejemplo, creando guerras si es usted sanguinario; o
bien hacer negocios con empresas extranjeras explotando los recursos de todos y
todas; éstas le pueden contratar o rescatar como recompensa cuando termine su
gestión.
Disfrute de su despotismo, por que dura poco.
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