jueves, 10 de marzo de 2011

¿Qué es el neoliberalismo?



(Tomado de Ala Siniestra, número 5, Comité Universitario de Izquierda, es un texto del 2007, antes de que empezara la “guerra contra el narco”)

http://comiteuniversitariodeizquierda.blogspot.com/2007/06/ala-siniestra-no-5.html 


Para don Goyo, con admiración; porque con sus 10 tacos por 10 pesos contradice al modelo neoliberal más feroz



Está de moda criticar al neoliberalismo, desde echarle la culpa de prácticamente todo lo malo que le sucede a México, hasta de ser un producto de la derecha y con un poder ilimitado, inagotable y casi, casi, invencible; pero ¿qué es el neoliberalismo? El presente artículo es un pequeño esbozo de sus principales características y de cómo se vive y se percibe en Ciudad Juárez.

El concepto lo desarrollan Friedrich Hayek y Milton Friedman a mediados del siglo XX, pero tiene su origen en las teorías de Adam Smith sobre el liberalismo económico, a finales del siglo XVIII. Básicamente es una versión refinada y contemporánea de las tesis de Smith sobre la apertura de mercados y la libre competencia, con impulso desde el Estado, pero con poca intervención del mismo, resumido en el famoso laissez faire, laissez passer (dejar hacer, dejar pasar).

A partir de los gobiernos de Ronald Reagan en Estados Unidos y Margaret Tatcher en Inglaterra, se impone el modelo en el mundo teniendo como características principales, además de las antes señaladas: la eliminación de las empresas estatales o paraestatales, la apertura del mercado a empresas transnacionales, apoyos y subsidios a empresas privadas, disminución de las políticas sociales y un papel del Estado como árbitro facilitador del libre mercado.

En México y a partir del gobierno de Miguel de la Madrid en 1982, se establece el neoliberalismo como respuesta y para terminar con el Estado de bienestar, más enfocado a un gobierno paternalista en lo social y proteccionista en lo económico. Desde entonces (hace 25 años) es el modelo político-económico vigente en el país, con su estilo muy mexicano, que igual ha rescatado a la banca (Fobaproa, con nuestros impuestos ¡claro!) que desmantelado el campo (TLC) o rematado paraestatales (Telmex) y que ahora busca vender Pemex.

Cada presidente en turno se convierte más bien en un gerente cuyo fin es establecer los mecanismos que permitan el crecimiento y desarrollo económico, sobre todo el primero, aun por encima de las necesidades inmediatas de la población, que es la que hace el gasto de aguantar inflaciones, devaluaciones y demás fenómenos macroeconómicos. De ahí la moda de los políticos-empresarios, cada vez más frecuentes.

¿Cómo se vive el neoliberalismo en Ciudad Juárez? De las muchas formas como se percibe, una de las más corrientes es a través de las devaluaciones; muchas veces y para poder atraer capitales al país (o maquiladoras a Juárez) una moneda devaluada sirve mucho como gancho de mano de obra y materias primas baratas; así que es una especie de bendición maldita, porque significa empleos a la vez que bajos salarios y depredación de los recursos naturales, sin olvidar la contaminación ambiental y nuestra dependencia económica con El Paso, Texas.

Otra es la mala calidad y disminución de los servicios públicos: muchas personas saben lo malo que suele ser el servicio en el IMSS, CFE, etcétera; o la calidad educativa en muchas escuelas públicas, la falta de las mismas y de infraestructura en general, así, en paquete; pero la idea y tendencia neoliberal es que estas condiciones sigan así, ya sea para hartar a la población, acelerando la urgencia ciudadana a tomar iniciativas propias; ya sea para motivar a la población a buscar opciones particulares, como efectivamente sucede con la población más pudiente; o bien, para justificar la desaparición de las empresas paraestatales, como se pretende con Pemex. La idea es que el ciudadano(a) sea autosuficiente y no dependiente del Estado, aunque curiosamente no se le ayude a hacerlo, salvo si se es gran empresario, ¿Cuál es la función del Estado para con su ciudadanía?

Otra más: la planificación urbana (cuando la hay) con perspectiva exclusivamente empresarial; en este caso entran desde la conformación de la maquila (insertada en medio de zonas poblacionales, sobre todo pobres) hasta el tristemente famoso Camino Real, que tanto dinero cuesta a los juarenses y cuyo objetivo es el desarrollo de San Jerónimo, en detrimento de Juárez (recuerden las lluvias). La idea aquí es que habiendo más negocios, va a haber más inversión, por ende ¡más empleos! (con las características antes mencionadas) y asunto arreglado.

Una última: la entrada de cadenas transnacionales; no sólo me refiero a las maquiladoras, también a las franquicias de comidas y bebidas chatarra, a las farmacéuticas, supermercados y demás; en la forma como perjudican a las empresas pequeñas, locales y nacionales, obligándolas a cerrar al no poder ofrecerles competencia (precios bajos) así como también a la forma como impactan negativamente en los hábitos alimenticios, la salud y el estilo de vida de la población en general.

Podría seguir comentando cosas como el rezago social, precisamente porque es imposible verlo con ojos neoliberales, cuando hay tanta necesidad de hacer negocios y colocar a Ciudad Juárez y a México en la vanguardia mundial como economías pujantes, pero tal vez sea materia para otro escrito, mientras que éste, espero, sea materia para alimentar la inteligencia del(a) amable lector(a).

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